Noticia - 27 mayo, 2014
Noruega, 27 de mayo 2014.- Un grupo de 15 activistas escaló la plataforma Transocean Spitsbergen de la empresa Statoil y colocó carteles en protesta contra las perforaciones petroleras en la región mientras que, desde ayer ,el barco de Greenpeace, Esperanza, impide que esa plataforma petrolera se instale en el Ártico, ocupando el lugar exacto donde la compañía tiene previsto posicionarla.
Activistas de 8 países distintos participaron de la protesta.
Activistas de Greenpeace de ocho países escalaron la plataforma petrolera de Statoil, Transocean Spitsbergen, en el Mar de Barents a 175 kilómetros de la reserva natural de la Isla del Oso. Los activistas tienen comida y suministros para permanecer en la plataforma durante varios días.
Greenpeace pide al gobierno de Noruega que proteja la reserva natural de la Isla del Oso y que escuche las preocupaciones de los más de cinco millones de personas que ya se sumaron a la petición para salvar el Ártico frente al inminente peligro de las petroleras produzcan un derrame de petróleo en medio de la región más frágil del planeta.
"Estamos actuando junto a decenas de miles de personas que ya escribieron al gobierno de Noruega para pedirle que se abandone este proyecto tan imprudente", declaró el activista Sune Scheller, de la campaña del Ártico de Greenpeace. "Nuestro barco, el Esperanza, está bloqueando la llegada de esta plataforma porque sabemos que la extracción de petróleo en el Ártico no es sólo una gran amenaza para la fauna que vive allí, es un error que define una era en la cual no debemos entrar".
A raíz de una denuncia de Greenpeace, respaldada por 50.000 firmas en todo el mundo, la Agencia Noruega de Medio Ambiente suspendió el proyecto de perforación el viernes pasado, pocos días antes de la fecha prevista para comenzar la perforación. Sin embargo, el lunes por la noche , después de una fuerte presión de Statoil, levantó la suspensión a pesar del hecho de que el ministro de medio ambiente no había finalizado su veredicto. Greenpeace está pidiendo al ministro Tine Sundtoft que detenga la perforación de Staroil en el Ártico.
La denuncia se basa en la proximidad del proyecto de perforación con la reserva natural de la Isla del Oso.
Según las propias estimaciones de la petrolera noruega, si se produce una fuga de petróleo en su plataforma el crudo podría llegar a la Isla del Oso en menos de una semana, causando efectos devastadores para la vida silvestre del Ártico. Las grandes distancias, la oscuridad, el frío del hielo y el mar hacen que cualquier equipo de respuesta ante un derrame de petróleo sea inútil en esas condiciones.
"El Gobierno de Noruega, que posee el 67 % de Statoil, debe retirar todas las licencias de perforación a 100 kilómetros del histórico “borde del hielo” tal como lo define el Instituto Polar Noruego. Como nación miembro del Consejo del Ártico, Noruega debería liderar el trabajo para proteger esta región y no encabezar su destrucción", concluyó Scheller.
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