Victoria de Greenpeace en Nueva Zelanda: el gobierno prohibe la extracción de carbón en parques nacionales

Noticia - 21 julio, 2010
Nueva zelanda — El Gobierno neozelandés anunció hoy un cambio radical en sus planes de realizar actividades de extracción de carbón en tierras de la Corona. Esta enmienda prohíbe la actividad minera en ciertas áreas de conservación declaradas oficiales, como parques nacionales, reservas naturales y humedales de importancia internacional.

Una gran victoria para el medio ambiente y para las futuras generaciones.

Si bien el Gobierno había propuesto, semanas atrás, la exploración de minerales en 7000 hectáreas de este suelo conservado, hoy acaba de declarar que no sólo no habrá actividad minera en los parques más importantes del país (Parque Nacional Paparoa, Coromandel, Isla Great Barrier) sino que no se la permitirá en ningún parque nacional, ya sea ahora o en el futuro.

Se introducirá un cambio legislativo por el cual cualquier terreno de la Corona que se convierta en un parque nacional será automáticamente incluido en la lista de áreas protegidas por la enmienda y exentas de toda posibilidad de que se realice actividad minera en ella.

Se trata de una gran victoria para el medio ambiente y para las futuras generaciones. Y fue posible gracias a una de las protestas más grandes de los últimos tiempos que realizaron los habitantes de Nueva Zelanda en la cual participaron más de 50.000 personas y firmaron una avalancha de peticiones para proteger las tierras. Esta victoria demuestra que el poder de la gente funciona, que cuando las personas actúan juntas, nadie puede detenerlas.

Esta decisión del Gobierno es un ejemplo alentador del poder popular en acción. Esta es una victoria histórica para los neozelandeses que se pusieron de pie para proteger los lugares más queridos y preservados, pidiendo una visión económica verdaderamente sostenible para el país. Quienes valoran el medioambiente y conocen su importancia para la economía no desean verlo siendo sacrificado para el beneficio empresarial a corto plazo.

El Primer Ministro, John Key, ahora debe llevar este giro de decisión a una conclusión lógica y empezar a hacer lo que el resto del mundo ya está haciendo: invertir en una revolución energética orientada a una tecnología global y limpia y abandonar los combustibles fósiles, perjudiciales para el clima.

Hoy, Nueva Zelanda ganó una gran victoria pero aún queda trabajo por hacer. En la actualidad hay planes para realizar perforaciones peligrosas de petróleo en aguas profundas y para construir nuevas minas de carbón y lignito. Si bien los parques nacionales ahora están protegidos, la conservación de la tierra, del medio ambiente marino y la reputación verde del país siguen estando en riesgo.

Greenpeace reclama al Gobierno neozelandés que abandone en forma permanente todos los planes para comenzar perforaciones petrolíferas en aguas profundas y detenga cualquier expansión de minería de carbón, demandando un futuro con energías limpias.