Activistas de Greenpeace devuelven basura electrónica a oficinas de Philips

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Noticia - 10 junio, 2008
Greenpeace exige a la compañía holandesa que implemente un plan de recolección a nivel mundial y que asuma, junto con todos los productores electrónicos, la total responsabilidad de la basura que generan sus productos.

Activistas de Greenpeace devuelven basura electrónica a la oficina central de Philips en Amsterdam, Holanda.

Activistas de Greenpeace devolvieron hoy basura electrónica a las oficinas centrales de Philips para señalar el rechazo de la compañía a hacerse responsable del destino de sus productos en desuso. Con protestas en Holanda, Dinamarca, India y Rusia, Greenpeace exigió al gigante electrónico holandés que implemente un plan de recolección a nivel mundial.

Actualmente, la mayoría de estos residuos termina en la basura doméstica o es exportada, a menudo ilegalmente, para el vertido o la recolección rudimentaria en países en vías de desarrollo.

"Si Philips continúa negándose a asumir su responsabilidad, generará como resultado grandes cantidades de basura electrónica peligrosa distribuida alrededor del mundo. Se expondrá a la gente y al ambiente que rodea los vertederos de basura, o al llamado sector de reciclado informal, a un cóctel de químicos tóxicos", explicó Martin Besieux, coordinador de la campaña de Tóxicos de Greenpeace Internacional.

Como primer paso, Philips debe implementar sistemas eficientes de recolección en todos los países donde sus productos son vendidos, y en particular en Rusia, India, Argentina y Tailandia. Estos países están debatiendo actualmente una futura legislación de basura electrónica, por eso es el momento ideal para que Philips tome la delantera apoyando, a través de sus acciones así como de sus políticas, el principio de responsabilidad individual del productor.

Philips está haciendo lobby en contra de la legislación que obligará a que las compañías sean responsables directas de los costos de reciclado de sus productos. Como resultado, el status quo del diseño tóxico de productos, que obstaculiza el reciclado, se mantiene.

"Compañías como Sony, Samsung y Nokia han llevado a cabo proyectos de sistemas voluntarios de recolección incluso en países donde no son requeridos legalmente. Philips debe tener un programa completo, constante y mundial de cuidado de la basura electrónica generada por sus productos obsoletos, y dejar de ser un rezagado ambiental para convertirse en un líder ambiental", señaló Besieux.

Servicios voluntarios de recolección alentarán a los productores a que en la etapa del diseño de sus productos dejen de usar sustancias tóxicas, permitiendo así un reciclado más seguro y una reducción de los costos de productos en desuso para las compañías. Greenpeace exige que todos los productores electrónicos asuman la total responsabilidad de la basura que generan sus productos a nivel global, asegurándose de que sean desechados y reciclados correctamente.

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