Activistas de Greenpeace se interponen a una topadora para evitar un desmonte en la Reserva de Biosfera.

Noticia - 14 julio, 2003
Por primera vez en la historia de la organización ambientalista en la Argentina, un grupo de activistas inmovilizó, primero con sus cuerpos y luego con dispositivos, a una topadora que estaba a punto de desmontar un sector de la selva de Yungas declarado como Reserva de Biosfera por la UNESCO.

En una sorpresiva acción directa, y por primera vez en la Argentina, activistas de Greenpeace bloquearon en la mañana de este lunes a una topadora que estaba a punto desmontar una zona crítica de selva pedemontana de Yungas, un ecosistema que podría extinguirse en solo cinco años si continúa esta clase de prácticas. Ese sector de la selva es parte de la Reserva de Biosfera declarada por la UNESCO a principios de noviembre del año pasado.

Un grupo de cinco ambientalistas se encadenó a la máquina, logrando detenerla transitoriamente con sus propios cuerpos; y simultáneamente otros cinco activistas aprovechaban la pausa para envolverlas con cadenas, con el propósito de inmovilizarlas por completo.

La topadora que estaba por desmontar hoy la selva pertenece una empresa presuntamente de capitales españoles que tiene autorización oficial para desmontar 1000 hectáreas. Las llaves que bloquearon la topadora serán entregadas hoy al mediodía al gobierno salteño.

“Si los gobiernos de Salta y Jujuy no detienen los desmontes, lo haremos nosotros con todos los medios a nuestro alcance, tal como lo estamos haciendo ahora”, dijo desde la localidad de Urundel Emiliano Ezcurra, coordinador de la campaña de biodiversidad de Greenpeace. “El gobierno debe detener estos desmontes inmediatamente. Si continúa esta práctica, las Yungas desaparecerán por completo, junto a especies animales y vegetales exclusivas de ese ambiente”.

Greenpeace estará informando este caso en la reunión de Reserva de Biosfera que se desarrollará este martes  a las cuatro de la tarde en Orán, Salta, en la que participan el secretario de Medio Ambiente de la Nación, Jorge Amaya, y el presidente de la Administración de Parques Nacionales, Sergio Zaragoza, junto a las autoridades provinciales y del municipio de Orán. 

La UNESCO había declarado la zona como Reserva de Biosfera, a pedido del gobierno argentino, en noviembre pasado. La aprobación de este desmonte fue realizada en la misma fecha. “Este escándalo compromete la credibilidad de la Argentina a nivel internacional”, indicó Greenpeace.

La acción directa se realiza en momentos en que se discute un pedido de desmonte equivalente a casi 2000 canchas de fútbol, a cargo de la empresa azucarera Ledesma. Las negociaciones de Greenpeace con esa empresa comenzaron a principios de este año, pero las instancias de diálogo no llegaron a buen puerto. En mayo pasado el gobierno de

Eduardo Fellner estuvo a punto de autorizar el pedido. Pero la campaña de Greenpeace logró que el proyecto siga sin autorización y que se desarrolle una mesa de concertación para debatir el alcance de la iniciativa.

“Este escandaloso desmonte tiene que terminar, al igual que los proyectos tanto de la empresa Ledesma como de los inversores extranjeros”, indicó Ezcurra.

Por otra parte, Greenpeace se reunirá este miércoles con el ministro de la Producción de Salta, Manuel Brizuela, donde se discutirá la demanda presentada por la entidad ambientalista para que se detengan los desmontes.

La acción directa se realizaba en momentos en que se discute un pedido de desmonte equivalente a casi 2000 canchas de fútbol, a cargo de la empresa azucarera Ledesma.

Tanto Greenpeace como otras ONGs de todo el país, junto a la CTA y la CCC de Jujuy, vienen demandando una moratoria total de los desmontes por el plazo de dos años, ya que detrás de Ledesma hay otros proyectos que, si continúan, a este ritmo, extinguirán la selva para el 2008.

Este pedido ya había sido elevado a los gobiernos de Salta y Jujuy por más de 500 expertos nacionales e internacionales, para quienes la moratoria debería aplicarse “en forma urgente” debido al carácter irreversible del impacto que provoca esta transformación, que a la tasa actual indica una alta probabilidad de extinción de este ambiente”.

La Selva de Yungas es el ambiente de mayor diversidad de la Argentina solo igualado por la selva Misionera. En tan solo el 2 por ciento del territorio nacional las Yungas contienen el 50 por ciento de toda la diversidad biológica del país.

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