Amazonas: gigantes del comercio mundial de soja pactan detener los desmontes por dos años

Noticia - 25 julio, 2006
Mc Donald's, Cargill, Bunge y ADM, presionados por sus consumidores, aceptan una moratoria a la descontrolada deforestación para la siembra de soja en la selva amazónica

Desmontes en Amazonas para plantaciones de soja

Las tres más grandes corporaciones cerealeras del mundo, Cargill, Bunge y ADM, anunciaron este martes la suspensión por dos años de los desmontes que venían practicando en el Amazonas brasileño para expandir el cultivo de soja.

A través de un comunicado oficial (1), la Asociación Brasilera de Exportadores de Cereales (ANEC) y de la Industria de Aceites Vegetales (ABIOVE) -que incluye a los gigantes norteamericanos Cargill, Bunge, ADM; a la francesa Dreyfuss y a la brasileña Amaagi- anunciaron hoy el acuerdo que establece "una moratoria de dos años para la compra de soja producida de tierra recientemente deforestada en el Amazonas".

La decisión anunciada hoy por la ANEC y la ABIOVE fue consecuencia de la campaña pública realizada por Greenpeace para denunciar la profunda crisis ambiental provocada por los desmontes en la selva amazónica, que ha impactado de manera directa en el comercio internacional de la soja.

Greenpeace celebró el anuncio como un paso importante pero aclaró que "ahora habrá que ver en hechos lo que se ha puesto en palabras".

Luego de la campaña realizada por la organización ambientalista sobre los impactos de la soja en el Amazonas, Mc Donalds, y otras empresas europeas de la industria alimenticia, se han comprometido ante Greenpeace para exigir a los gigantes del comercio de soja que detengan los desmontes en el Amazonas por al menos dos años e impulsen un plan urgente de ordenamiento territorial.

Como resultado de la presión de esta alianza, las corporaciones mencionadas, que sumadas controlan el 60 por ciento de la soja brasileña (2) y más de las tres cuartas partes de la trituración de soja en Europa (3), se han sumado a la iniciativa junto con todas las demás empresas que forman ANEC y ABIOVE.

La propuesta de Greenpeace venía siendo discutida por las empresas desde hace unas semanas. Esta incluye criterios para potenciar los esfuerzos del gobierno brasileño de parar frenar los desmontes, proteger hábitats críticos, y ordenar la tenencia de tierras de pueblos originarios y comunidades tradicionales.

La moratoria acordada llega luego de una investigación de tres años que Greenpeace realizó sobre los impactos negativos de la soja en el Amazonas siguiendo toda la cadena de la soja desde el desmonte hasta su consumo en Europa.

La soja es el cultivo de dinero rápido en Brasil hoy, mucho del cual se realiza en forma ilegal. La soja es actualmente la principal fuerza presión desmontadora junto con las pasturas sin monte y la tala ilegal. Los desalojos violentos, la mano de obra esclava y los conflictos sociales por la tierra son cada vez más frecuentes. La mayoría de esta soja se exporta a Europa para alimentos de cerdos, vacas y pollos para la elaboración de productos cárnicos.

Solo en el período 2004-05 se desmontaron 1,2 millones de hectáreas de selva Amazónica para cultivar soja (4).

"El papel de las empresas de alimentos vinculadas con la compra de insumos de soja proveniente de Amazona ha sido crítico para lograr este acuerdo. Ahora, el desafío es que las grandes compañías exportadoras cumplan lo pactado en el terreno para lograr proteger lo que queda del Amazonas", dijo Gerd Leipold, Director Ejecutivo de Greenpeace Internacional.

Denis Hennequin, presidente de McDonald´s en Europa declaró: "Nos contactamos con nuestros proveedores ni bien supimos del alerta de Greenpeace. Tenemos como política no abastecernos de carne proveniente de áreas desmontadas en el Amazonas. Por lo tanto, nos parece lógico apoyar esta moratoria. Estamos decididos a hacer la cosas bien junto a nuestros proveedores y el gobierno de Brasil para evitar que se siga destruyendo el Amazonas".

La deforestación de la Amazona por el avance de la frontera agrícola debe ser imperiosamente detenida. Por lo que implica la importante pérdida de biodiversidad como por su influencia en las condiciones meteorológicas de la región y sobre el cambio climático global, dada la capacidad de los árboles de fijar el dióxido de carbono y producir oxígeno. Además, la quema de la selva, como paso previo a la plantación de soja transgénica, produce el 75% de las emisiones de efecto invernadero de Brasil.

En tanto, para Greenpeace Argentina, la decisión adoptada por las cerealeras brasileñas debería servir de ejemplo para detener los desmontes en el NOA.

"En el norte argentino se vive una situación similar, ya que los desmontes por el avance de la soja aumentan día a día, y con ello aumenta la conflictividad y la violencia con campesinos e indígenas. De no mediar acciones inmediatas por parte del Estado Nacional y de las provincias involucradas, en poco tiempo más perderemos irremediablemente superficies importantes e irremplazables de nuestro últimos bosques, exacerbando aun más el riesgo de inundaciones y desertificación", señaló Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Biodiversidad de Greenpeace Argentina, quien fue arrestado en la campaña de Amazonas realizada en el mes de mayo.

Nota al Editor:

(1) Texto oficial de la moratoria anunciada por la Asociación Brasilera de Aceites Vegetales y la Asociación Nacional (Brasilera obvio) de Exportadores de Cereales, disponible en Internet en: http://www.abiove.com.br

(2), (3) y (4) "Devorando el Amazonas" pág. 5. Informe con los resultados de la Investigación de Greenpeace, Abril 2006. Disponible en Internet: Hacé click aquí