Ambientalistas reclaman al gobierno nacional un inmediato cambio de la política energética: “el Gobierno no puede continuar con un doble discurso"

Noticia - 3 diciembre, 2004
Más de cien organizaciones ambientalistas nucleadas en el “Foro del Buen Ayre” le reclamaron al Gobierno Nacional que deje atrás “el doble discurso” y adopte en forma “inmediata” un cambio en su política energética.

Globo Aerostático en el Glaciar Perito Moreno

Las entidades hicieron público este reclamo en vísperas de la apertura de la X Reunión de las Partes de la Convención de Cambio Climático (COP 10), que sesionará en Buenos Aires a partir del próximo lunes.

En particular, las ONG criticaron la política gubernamental enfocada "en una mayor dependencia de los combustibles fósiles y de la energía nuclear sin políticas activas para desarrollar las energías limpias".

Al mismo tiempo, denunciaron -en un documento conjunto distribuido esta semana- que "la inacción del Gobierno para detener la deforestación en el Noroeste del país que incrementa notablemente las emisiones que afectan el clima".

"Necesitamos una política firme de desarrollo de las energías renovables", reclamaron las organizaciones en el documento emitido por el "Foro del Buen Ayre", coalición de más de 100 organizaciones que siguen las negociaciones sobre el cambio climático.

"Se debe comenzar hoy por ratificar en el parlamento las metas para el desarrollo de las energías renovables ya comprometidas ante la región y el mundo, y asumir una política integral de apoyo al desarrollo de nuevas fuentes renovables”, señaló el documento emitido por las ONG.

Además, las organizaciones sostuvieron que “el Gobierno no puede continuar con un doble discurso en el que asume la adopción de metas en renovables ante la comunidad internacional y promueve una agenda local basada en los combustibles fósiles”.

El documento elaborado por las organizaciones nacionales que participarán de la Cumbre Climática en Buenos Aires señalaron la necesidad de activar el desarrollo de las energías renovables en la Argentina y criticaron la intención oficial de concluir la central nuclear de Atucha II señalando que no se trata de “energía limpia”. En este sentido, reclamaron que el país abandone “su apuesta energética a la energía nuclear y se debe abocar al desarrollo del enorme potencial que posee para las energías renovables”.

Las organizaciones también pusieron el acento en uno de los temas candentes de la agenda ambiental nacional, los desmontes de bosque nativo en el noroeste del país, ya que este proceso representa un aumento significativo de emisiones de gases que provocan el calentamiento global.

"Se deben detener inmediatamente los desmontes y procurar que las provincias que hoy los sufren establezcan, urgentemente, con la participación de la sociedad civil, planes de ordenamiento territorial que aseguren la preservación de los bosques nativos, su biodiversidad y el uso del suelo con criterios de sustentabilidad”.

"Estamos señalando que el país no está adoptando políticas acordes a sus compromisos en materia climática”, explicó Juan Carlos Villalonga, director de Campañas de Greenpeace Argentina.

"Debemos entender que tenemos muy poco tiempo para cambiar una peligrosa tendencia que nos lleva a que el cambio climático sea catastrófico y para revertir esa tendencia todos los países deben actuar responsablemente, agregó Villalonga".

La COP10, que se realizará en Buenos Aires desde el 6 al 17 de diciembre, se ha convertido en una reunión que ha despertado grandes expectativas dada la reciente ratificación de Rusia al Protocolo de Kioto.

A partir de la ratificación de Rusia, el Protocolo entrará en vigencia en el próximo mes de febrero. Los ambientalistas consideraron "muy positiva" la entrada en vigencia del Protocolo y expresaron su deseo de que "en Buenos Aires se den los pasos necesarios para su eficaz implementación a fin de generar una fuerte presión sobre Estados Unidos para que se una al Protocolo lo antes posible".

Estados Unidos, el mayor emisor de gases que provocan el calentamiento global, no ha ratificado aún dicho acuerdo internacional.

Las organizaciones argentinas señalaron que el Protocolo de Kioto establece metas de reducción muy limitadas: “sólo estamos dando un pequeño primer paso que deberá ser profundizado en los años venideros”.

El Protocolo de Kioto establece una meta de reducción del 5,2% de las emisiones de los países industrializados para el período 2008-2012 en relación a las emisiones del año 1990. En los próximos años se deberá negociar las nuevas metas de reducción a aplicarse para la segunda década de este siglo.

"Esperamos que en Buenos Aires se inicien las negociaciones que conduzcan a la definición de las pautas que deberán cumplirse en el Segundo Período de Compromiso. Período en que deberán establecerse nuevas metas de reducción para el mundo industrializado y la incorporación de nuevos países en el sistema de reducción de emisiones”, expresaron las ONGs argentinas.

Según el vocero de Greenpeace, “desde una perspectiva moral, legal y práctica, los costos iniciales de la reducción de emisiones deben recaer en los países industrializados. Se requieren reducciones de al menos el 30% en relación con los niveles del año 1990 (año base de referencia elegido en el Protocolo de Kioto) para el 2020 en los países industrializados, con metas de reducción de al menos el 75% para mediados de siglo”.

En tanto que, globalmente, según señala Greenpeace, “necesitamos llevar el total de emisiones a los niveles del año 1990 para el año 2020 y luego reducirlos en un 50% para mediados del siglo. Esto significa que economías que hoy tienen una rápida industrialización como China, india, México, Brasil, Sudáfrica, Indonesia, Malasia y otros, como Argentina, necesitan reducir sus emisiones pronto”.