Comprando votos, Japón boicotea esfuerzo conservacionista de Greenpeace y el gobierno Argentino.

Noticia - 26 junio, 2001

Ballena

La propuesta argentina y brasileña de crear un santuario ballenero en el Atlántico Sur fue vilmente bloqueada por la "compra" de votos de Japón, durante la 53ra reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) que sesiona en Londres, al impedir alcanzar la mayoría de los países necesaria para proteger a las ballenas en esta región.

Japón reconoció públicamente la semana pasada que utiliza la ayuda exterior como medio para obtener apoyo de otros países a su campaña destinada a que se levante la prohibición internacional de la caza de ballenas.

El director de la agencia de pesca japonesa, Maseyuku Komatsu, dijo que su país no tenía otras opciones (como el poderío militar) para influir sobre otros países y por ello tenía que recurrir a la diplomacia y la ayuda exterior.

"Este caso de corrupción pone en riesgo la credibilidad del Gobierno de Japón en todos los foros en los que participa", dijo desde Londres Milko Schvartzman, coordinador de la campaña de ballenas de Greenpeace Argentina.

"Es triste que un grupo de países del Caribe pierdan su identidad y su riqueza natural imposibilitando a la Argentina y Brasil de su desarrollo ambiental, científico y económico, basado en el uso sustentable de los recursos marinos, como es el turismo de observación de ballenas", agregó.

Luego de más de dos años de conversaciones entre Greenpeace Argentina y las autoridades nacionales, el Gobierno argentino decidió finalmente impulsar junto al Brasil la propuesta de crear un santuario ballenero del Atlántico Sur que brinde a las ballenas la protección que necesitan.

Durante la reunión de la CBI, Greenpeace entregó a los delegados de la CBI miles de firmas de los ciudadanos argentinos de todo el país, pidiendo por la creación del santuario.

El Santuario Ballenero de Atlántico Sur obtuvo 19 votos a favor (Argentina, Australia, Chile, Finlandia, Alemania, India, México, Mónaco, Sudáfrica, España, Suecia, Nueva Zelanda, Austria, Brasil, Francia, Italia, Holanda, el Reino Unido, y los Estados Unidos).

Pero otros países votaron en contra de la propuesta: Noruega, China, Dinamarca, Corea del Sur y Japón. Detrás de las mociones japonesas y especialmente del boicot al santuario ballenero del Atlántico Sur, figuran los siguientes países: Antigua y Barbuda, Dominica, Granada, Guinea, St Kitts and Nevis, St. Lucia, St Vincent and the Grenadines, y Panama.

Se abstuvieron Irlanda, Marruecos, Islas Salomón, Suiza, y Omán.

La semana pasada, en una entrevista con un canal de TV australiano (ABC), Komatsu admitió que Japón utilizaba la ayuda económica con el fin de asegurarse que países en desarrollo voten en favor de su programa ballenero en la CBI, algo que Greenpeace sospechaba desde hace años.

Se cree que varios países caribeños y del Pacífico Sur han aceptado ayuda a cambio de apoyar a Japón en sus esfuerzos por que se permita cazar ballenas con fines comerciales. Seis países caribeños votaron con Japón el año pasado en prácticamente todas las mociones durante una reunión de la Comisión Ballenera Internacional y rechazaron una propuesta australiana y neocelandesa de crear un santuario de ballenas en el Pacífico Sur. La misma suerte corrió esta propuesta durante la reunión que se desarrolla en Londres.

En la actualidad, Japón sólo puede capturar 600 ballenas minke Balaenoptera acutorostrata) al año, como parte de un programa supuestamente científico. Komatsu las llamó "cucarachas de los mares" porque, según él, son demasiado numerosas y rápidas".

Greenpeace lamenta que un funcionario de tan alto rango de Japón haya realizado semejantes declaraciones.

Temas