Gobierno Jujeño se apresta a aprobar el desmonte en la selva de Yungas.

Noticia - 27 mayo, 2003
Ante la inminencia de la autorización del desmonte en una zona crítica de una selva a punto de extinguirse, Greenpeace le solicitó una audiencia al Gobernador Eduardo Fellner y le reclamó que evalúe alternativas de menor impacto ambiental.

T I E M P O D E D E S C U E N T O
P A R A L A S E L V A D E Y U N G A S :
Faltan 5 años para su total extinción
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BUENOS AIRES (27 de mayo de 2003) .– Greenpeace advirtió que en las próximas horas el gobierno jujeño autorizaría a la empresa Ledesma a desmontar 1400 hectáreas en una zona crítica de la selva pedemontana de las Yungas. Por ello, representantes de la organización ya le solicitaron una audiencia urgente al gobernador Eduardo Fellner, con el propósito de demandarle que considere las propuestas alternativas presentadas por organizaciones sociales y ambientales.

Desde hace varios meses un amplio sector de la comunidad científica nacional viene realizando severas advertencias sobre la posibilidad de que en cinco años se extinga por completo la selva pedemontana de las Yungas, un sector crítico de la Selva de Yungas de Jujuy y Salta. Greenpeace ha tomado ese reclamo y lo ha llevado ante las autoridades de Jujuy y Salta.

En diciembre de 2002 el ingenio azucarero Ledesma SA ingresó un pedido de desmonte al gobierno jujeño para incrementar en 1400 has. la superficie de su plantación de caña de azúcar. Ante la gravedad de esta amenaza, Greenpeace y otras entidades se movilizaron en Jujuy para encontrar una alternativa viable para Ledesma que permitiera evitar el desmonte.

Un grupo de expertos propuso a la empresa ubicar su plantación en sitios que ya están desmontados y que son de aptitud cañera. Esta misma propuesta también fue mencionada al gobierno provincial y al Ingenio La Esperanza, empresa hoy quebrada cercana a Ledesma que posee tierras ociosas suficientes para plantar las 1400 has. de caña que precisa Ledesma.

“La alternativa cerrará para todos: la empresa accedería a las 1400 has. de caña que necesita, los trabajadores del Ingenio La Esperanza tendrán más trabajo, y el gobierno habrá logrado evitar un desastre ambiental de magnitud dando empleo y beneficiando a la empresa. Por ello resulta increíble enterarnos de la inminencia de la autorización del desmonte”, sostuvo Emiliano Ezcurra, coordinador de la campaña de biodiversidad de Greenpeace.

En marzo pasado, más de 500 expertos nacionales e internacionales reunidos en el Primer Congreso Nacional de Áreas Protegidas solicitaron “en forma urgente” a los gobernadores de Salta y Jujuy, y a la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación detener “por un
período de dos años toda actividad de transformación (desmonte) a tierra agrícola de la Selva Pedemontana de las Yungas, debido al carácter irreversible del impacto que provoca esta transformación, que a la tasa actual indica una alta probabilidad de extinción de este ambiente”.