El buque BSLE Express en el puerto de Santarém, luego de ser detenido por transportar a Europa madera talada ilegalmente en el Amazonas.
La semana pasada, inspectores de IBAMA (la agencia responsable
de regular la industria maderera) realizaron de improvisto un
control a barcos cargueros de madera en el Puerto brasilero de
Santarem.
Erróneamente, los aduaneros habían dado luz verde y el buque se
estaba preparando para partir. Esto ocurrió antes de que los
oficiales de IBAMA descubrieran que los documentos del carguero
BSLE Express contenían información falsa de las especies que
llevaban a bordo. Esta es una de las maneras a través de la
cuales las compañías madereras tratan de "legalizar" la madera que
fue ilegalmente talada o procesada.
Las empresas involucradas fueron castigadas con multas
superiores a 100.000 euros. Es la primera vez en dos años que las
autoridades brasileras toman este tipo de medidas, las que fueron
llevadas a cabo después del reciente bloqueo realizado por
Greenpeace en el puerto francés de Caen.
Hace unas semanas atrás nuestros activistas bloquearon la salida
del buque carguero Gallina III. El carguero llevaba madera
proveniente de compañías involucradas en operaciones ilegales en la
Amazonia, para ser vendida en Europa.
Aunque Europa importa una enorme cantidad de madera de la
Amazonia, los barcos no son inspeccionados, aún cuando son de
compañías involucradas en actividades ilegales. Queremos que esto
se sepa. La Unión Europea (UE) proclama constantemente que es
líder mundial en la lucha contra el cambio climático, mientras
incentiva la deforestación en la Amazonia al permitir que la madera
talada ilegalmente sea vendida en Europa.
Esta ironía no fue ignorada por el gobierno francés, que
presentó una declaración pidiéndole a la Comisión Europea que
ajuste la ley de manera tal que toda la madera vendida en Europa
provenga de fuentes legales y un buen manejo de los bosques. El
Ministro de Ambiente francés, Jean-Louis Borloo incluso se puso en
contacto con su par brasilero para resolver que más se podría hacer
para terminar con este problema.
¿Por qué está tan preocupado el gobierno francés? Porque sabe
que si frenamos la deforestación en regiones como la Amazonia, al
menos tendremos una pequeña esperanza de prevenir los peores
efectos del cambio climático. La deforestación tropical es
responsable de cerca de un quinto de las emisiones de gases de
efecto invernadero globales - más que el sector de transporte en el
mundo entero.
Gracias a las empresas que están destruyendo y quemando la selva
tropical para lograr un beneficio rápido, el índice de
deforestación y los gases de efecto invernadero resultantes están
creciendo. Brasil es ahora el cuarto emisor de gases de efecto
invernadero, después de Estados Unidos, China e Indonesia.
Las compañías que operan ilegalmente son responsables de gran
parte de la devastación. El reporte de Greenpeace "Un futuro para
los bosques" estima que más del 80% de la madera de la selva
tropical el Amazonas es talada ilegalmente. Y no es sólo el
impacto ambiental de estas empresas lo que preocupa. La tala ilegal
alienta el robo de tierras por parte de granjeros y especuladores,
la corrupción en materia de combustibles y la violencia.
Es por esto que necesitamos ver más acciones de IBAMA y la UE
para ajustar los controles a los impuestos madereros. La
perspectiva de una estricta regulación es prometedora. En respuesta
al bloqueo de Greenpeace en Caen, el Presidente Sarkozy dijo que
verá que puede hacerse cuando Francia asuma la presidencia de la UE
este verano.
Unite a Greenpeace
Apoyá económicamente las campañas de Greenpeace