Noticia - 5 julio, 2001
Greenpeace intenta que la flota ballenera no parta hacia el mar Antártico, para cazar las primeras ballenas de la temporada. Tres meses atrás, la Cancillería Argentina se había expedido en contra de la medida Japonesa.
En todo el mundo, miembros de Greenpeace están solicitándole al gobierno de Japón a que no envíe la flota ballenera al mar Antártico. La protesta no sólo intenta impedir que se cacen ballenas, sino que alerta del riesgo de un reinicio de la caza comercial a gran escala.
El plan nipón, es cazar 440 ballenas de la especie minke (Balaenoptera bonaerensis), transgrediendo el llamado de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), que obliga a Japón a "detener la captura letal de ballenas" (1). La flota ballenera japonesa cuenta con un barco factoría, tres arponeros, y un barco de búsqueda listos para partir desde el puerto de Shimonoseki, al sur del Japón.
"Japón intenta avasallar el derecho sobre los recursos marinos, y la corrupción no esta descartada entre sus maniobras", manifestó Milko Schvartzman, coordinador de la campaña de ballenas de Greenpeace en la Argentina.
El Gobierno de Japón esta intensificando los esfuerzos para lograr una mayoría dentro de la CBI, en búsqueda de una reapertura de la caza comercial de ballenas a gran escala. Esto significaría un retroceso legal de 30 años en la protección de los mares, y el total descalabro de las especies de ballenas. Japón ha admitido que brinda ayuda económica a países en desarrollo para obtener su voto favorable en la CBI (2). El Primer Ministro de uno de estos países admitió "venderle" el voto de su país a Japón. (3). La Cancillería Argentina, mediante sus delegados en la CBI, ha sido uno de los países que promovió esa Resolución que condena a Japón, adoptada por mayoría.
"Si el mundo entero no puede detener a Japón de desobedecer los tratados internacionales, volveremos a ver los barcos balleneros en todos los mares", agregó Schvartzman. "Año tras año el gobierno de Japón, ha ignorado la opinión mundial. Esperamos que Japón termine con la cacería, y la flota ballenera sea frenada antes de partir del puerto", dijo por su parte Motoji Nagasawa, coordinador de la campaña de ballenas de Greenpeace en Japón.