Noticia - 1 julio, 2003
Para Greenpeace, en el encuentro "no hubo avances ni definiciones", aunque se acordó convocar a nueva reunión, que se realizará en la misma zona que el ingenio Ledesma pretende desmontar, el próximo 10 de julio. El pedido de desmonte se mantiene sin autorización.
Sin avances significativos, el gobierno jujeño, la empresa Ledesma, entidades científicas y organizaciones no gubernamentales iniciaron este martes la primera ronda de conversaciones sobre el proyecto de la compañía para desmontar 1400 hectáreas de la selva de Yungas.
La reunión se realizó en el Ministerio de Producción, Infraestructura y Medio Ambiente de Jujuy.
Ingenio Ledesma SA pretende desmontar 1400 hectáreas (700 has en este año, otras 700 has en 2004). Si se concretan éste y un proyecto de Ingenio La Mendieta (que pide desmontar 400 has este año), se habrá destruido una superficie equivalente a 2520 canchas de fútbol.
La empresa y el gobierno jujeño se comprometieron ante entidades sociales y científicas a poner en consideración el estudio completo de impacto ambiental de la empresa y el próximo 10 de julio, a las 10 de la mañana, las partes volverán a encontrarse –en la zona de conflicto– para realizar una visita de campo. Al finalizar el encuentro habrá otra reunión, de nivel técnico, por la tarde.
Por otra parte, las autoridades provinciales prometieron considerar la propuesta alternativa presentada por la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) de Jujuy, que contempla la utilización de tierras ociosas del ingenio La Esperanza, en reemplazo de las 1.400 hectáreas que se pretenden desmontar. La tercera reunión no tiene fecha confirmada.
"La empresa Ledesma y el gobierno jujeño ofrecieron mucha resistencia a la alternativa presentada por CTA, sin embargo, hubo un compromiso de evaluar esa alternativa en una reunión, con fecha y horario a confirmar", dijo Emiliano Ezcurra, coordinador de la campaña de Biodiversidad de Greenpeace. En este sentido, el dirigente ambientalista dijo que "tanto Ledesma como el gobierno buscaron forzar una salida rápida al actual proyecto, con una propuesta que había sido descartada meses atrás por Greenpeace y otras entidades ambientalistas".
Por otra parte, Greenpeace y la CTA ratificaron su postura en reclamo de una moratoria total de los desmontes por el plazo de dos años, ya que "detrás de Ledesma hay muchos otros proyectos y si continúan a este ritmo, la selva desaparecerá para el 2008".
Las negociaciones con la empresa Ledesma comenzaron a principios de este año, pero en mayo pasado el gobierno de Eduardo Fellner estuvo a punto de autorizar el desmonte en la selva pedemontana de las Yungas. El proyecto, sin embargo, permanece sin autorización oficial.
En la reunión también participó la filial jujeña de la CTA, que en un principio no estaba convocada, y estuvieron en la discusión representantes de Greenpeace, Fundación Vida Silvestre Argentina, Fucema, la Fundación Pro Yungas, la Administración de Parques Nacionales, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, la Universidad Nacional de Jujuy y el Ministerio de Producción, Infraestructura y Medio Ambiente de Jujuy. El encuentro comenzó a las 16.00 y finalizó tres horas después.
La Selva de Yungas es el ambiente de mayor diversidad de la Argentina solo igualado por la selva Misionera. En tan solo el 2 por ciento del territorio nacional las Yungas contienen el 50 por ciento de toda la diversidad biológica del país.
En marzo pasado, más de 500 expertos nacionales e internacionales reunidos en el Primer Congreso Nacional de Áreas Protegidas solicitaron “en forma urgente” a los gobernadores de Salta y Jujuy, y a la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación detener “por un período de dos años toda actividad de transformación (desmonte) a tierra agrícola de la Selva Pedemontana de las Yungas, debido al carácter irreversible del impacto que provoca esta transformación, que a la tasa actual indica una alta probabilidad de extinción de este ambiente”.