Una opción que mira al pasado

Opinión

Noticia - 1 noviembre, 2007
Nota de opinión de Paula Brufman, coordinadora de la campaña contra la contaminación, publicada en el diario La Nación.

Incinerar enferma

 

Por Paula Brufman
Para LA NACION

La ciudad de Buenos Aires, al igual que más de un centenar de ciudades de todo el mundo, ha adoptado el paradigma Basura Cero para el manejo de residuos, para poder dar una solución real y sustentable a los problemas relacionados con la excesiva generación, el enterramiento masivo en rellenos sanitarios y la incineración. Sobre este último punto, la ley, en su artículo 7°, prohíbe la incineración con o sin recuperación de energía en cualquiera de sus variantes tecnológicas.

En tiempos de crisis energética, algunos sostienen que la incineración sirve para generar energía. Lo cierto es que un análisis detallado del ciclo de vida completo revela que los incineradores gastan más energía de la que producen. Esto se debe a que los materiales que son incinerados no pueden ser recuperados y deben ser reemplazados con nuevos productos a partir de materia prima virgen con el consecuente gasto energético y de recursos naturales no renovables. Además, esta práctica se contradice con el principio de recuperación de aquellos materiales que pueden ser reinsertados en el circuito productivo mediante la generación de empleo para miles de personas a partir de una industria sustentable: la del reciclado.

Sin embargo lo más preocupante de la incineración es el fuerte impacto ambiental que generan sus emisiones y sus cenizas. Los incineradores aportan gases de efecto invernadero a la atmósfera (responsables del calentamiento global) y son fuente inexorable de dioxinas y furanos, sustancias tóxicas con propiedades cancerígenas y teratogénicas que persisten en el medio ambiente y que se biomagnifican y bioacumulan en los tejidos grasos de los seres vivos.

No obstante la abundante bibliografía científica que da cuenta de los graves impactos mencionados, el jefe de gobierno electo Mauricio Macri, está considerando instrumentar la incineración de residuos nuevamente.

Desde Greenpeace sostenemos que sólo con la aplicación de la ley de basura cero se puede resolver con sustentabilidad el problema de los residuos en Buenos Aires. La incineración es costosa, peligrosa, y representa una falsa opción desde lo social, lo ambiental y lo económico.

Parecería que, en materia de gestión de residuos, el gobierno electo en vez de al futuro, mirara al pasado.