Ante la inacción de Diputados, Greenpeace volvió a reclamar por la Ley de Basura Electrónica

Comunicado de prensa - 26 septiembre, 2012
Buenos Aires, 26 de septiembre de 2012. Greenpeace llevó hoy al Congreso de la Nación una pinza y un manual de instrucciones gigante para que los Diputados desactiven la bomba de tiempo que representa la basura electrónica. Los ambientalistas reclamaron a la Cámara Baja el tratamiento de la Ley de Gestión de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos que lleva más de 4 años de tratamiento y que, de no ser aprobada, perderá estado parlamentario a fin de año.

 

En Argentina, cada año se generan más de 120 mil toneladas de basura electrónica. En el país aún no existe un sistema de gestión que haga frente a esta fracción tóxica de residuos domiciliarios.  

“La basura electrónica contiene sustancias tóxicas y al mismo tiempo materiales valiosos que pueden ser recuperados y reciclados. Hoy estamos tirando estos artefactos literalmente a la basura, que contaminan el ambiente, y afectan la salud de miles de personas, además de que se dilapidan recursos valiosos que deberían ser reaprovechados por la industria”, señaló María Eugenia testa, Directora Política de Greenpeace Argentina.

Los activistas de Greenpeace intentaron ingresar al palacio la pinza y el manual  de instrucciones gigantes para ser entregado a las tres comisiones a las que fue girado el proyecto: Recursos Naturales, Industria y Presupuesto y Hacienda.

Greenpeace viene denunciando desde 2011 la falta de tratamiento de la Ley de Basura Electrónica por parte de la Cámara de Diputados. Este año, además, los ambientalistas  resaltan que es urgente su aprobación ya que el proyecto, en el cual colaboraron ONG, legisladores, recicladores y organismos de gobierno como el Instituto nacional de Tecnología Industrial (INTI) o la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, perderá estado parlamentario por lo que el proceso volverá a foja cero.  La ley obliga a las empresas a hacerse responsables legal y financieramente de la gestión –reutilización y reciclado - de los residuos de sus propios aparatos y dispone la prohibición de sustancias tóxicas en la fabricación.

“La basura electrónica es una bomba de tiempo que debe ser desactivada ya que es sumamente peligrosa para el ambiente y la salud de las personas. Aún estamos a tiempo de frenar un alud de residuos de estos artefactos. Sólo en 2011 se descartaron 10 millones de teléfonos celulares, aparatos que hoy llegan escasamente a los dos años de vida útil, lo que demuestra claramente el ritmo de consumo y descarte de este tipo de aparatos y del problema al cual nos enfrentamos” señaló Testa y agregó “Es indispensable una ley que separe a los residuos electrónicos del flujo de la basura común, que permita el reciclado y la recuperación y evite la contaminación en rellenos y basurales, y es inexplicable la actitud de muchos diputados que se desentienden del problema teniendo en sus manos la solución”.

Semanas atrás la Comisión de Recursos Naturales llamó a una reunión conjunta para aprobar el proyecto, pero fue levantada debido a la falta de convocatoria de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, presidida por Roberto Feletti.

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