La respuesta más positiva nos la dio la marca suiza Fjällräven que sostuvo: “Hemos trabajado durante muchos años en la eliminación gradual de los PFCs. Ahora y desde 2015 no utilizamos más PFCs en nuestras fábricas”.
Desafortunadamente, el resto de las marcas que respondieron a nuestro reclamo tuvieron que admitir que aún están utilizando sustancias químicas peligrosas.
Firmas como Vaude y Jack Wolfskin al menos prometieron la eliminación de los PFCs de sus cadenas productivas para 2020. Las marcas de outdoor, que se jactan de amar y respetar a la naturaleza deben tomar la delantera en la lucha por un medio ambiente más limpio comprometiéndose de manera genuina y creíble con la eliminación de las sustancias químicas peligrosas y su reemplazo por opciones sustentables que no dañen al planeta.
Otras marcas como Patagonia, Mammut, Decathlon, Arcteryx, Salewa, Haglöfs y The North Face tardaron más tiempo en responder pero sus respuestas no nos satisfacen. Si bien Patagonia admitió que el uso de PFCs es un problema que debe resolver, no fijó una fecha de eliminación de esta sustancia ya que “no pueden prometer que van a recorrer un camino que aún no conocen”. Esta respuesta es inaceptable teniendo en cuenta que ya existen en el mercado alternativas libres de PFC para reemplazarlo.
Mammut fue la primera marca en responder pero no lo hizo de manera completamente honesta. La firma dijo que tienen prendas libres de PFC identificadas con un ícono que dice “PFC-free”. Uno de nuestros seguidores preguntó por este símbolo en uno de los locales de Mammut, pero no lo encontró nunca. Días más tarde la marca brindó una nueva respuesta: “Las chaquetas más resistentes son producidas con PFCs. Solo las poleras, las camisas y la ropa interior son libres de PFC”.Esta respuesta no es la que se espera de una marca seria.
La única marca que ignoró completamente nuestro pedido fue Columbia. Creemos que esto demuestra que no le importa contaminar el medio ambiente o ser transparente con sus clientes y seguidores.
Muchas marcas respondieron que reemplazaron los PFC de cadena larga (por ejemplo los PFOA o los PFOS) por cadenas cortas de PFCs. Algunos de ellos incluso admitieron que esta no era una buena solución. Sobre todo porque hay estudios que demuestran que incluso las cadenas cortas también pueden ser problemáticas para el medio ambiente y nuestra salud.
Recientemente, más de 200 científicos de 38 países firmaron el “Acuerdo de Madrid”, que llama a eliminar todos los PFC, incluso los de cadena corta, de la producción de todos los productos de consumo, incluyendo los textiles, en línea con el principio precautorio que plantea que hasta que no se pueda demostrar que estas cadenas cortas de PFC no son dañinas para la salud y el medio ambiente, se prohíbe su uso por precaución.
Entonces, ¿Por qué aún hay marcas que no se comprometen de manera firme a eliminar los químicos peligrosos y continúan usándolos?
La excusa principal que utilizan las firmas para seguir contaminando la naturaleza es que las alternativas sustentables no son eficientes y duran menos. Pero la realidad es que no hubo ninguna marca que haya hecho referencia a algún testeo que argumente esta postura.
La buena noticia es que algunas firmas pequeñas como Paramo, Fjällräven, Radys, Rotauf y Pyua ya demostraron que se puede producir prendas duraderas y de buena calidad sin PFCs. ¿Cómo sabemos que la ropa sin sustancias peligrosas es tan buena como la que sí contiene PFCs?
Los equipos de Greenpeace testearon los productos libres de PFCs en ocho expediciones alrededor del mundo incluyendo la Montaña Nevada de Haba a 5000 metros sobre el nivel del mar. Caminamos a través del viento, la lluvia y la nieve utilizando indumentaria outdoor de alto rendimiento. Todas nuestras prendas resistieron estas condiciones climáticas y eran libres de PFCs. Las marcas líderes deben seguir el ejemplo de las firmas más pequeñas para dejar de contaminar el ambiente saneando sus cadenas productivas.
