Una de las fotos de nuestro documento "¿Hacia dónde se fueron los peces y nuestra herencia?"

Este fue el tema que compartimos con la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura del Senado, donde expusimos los resultados de nuestro estudio acerca de los Impactos psico-sociales de la pesca de arrastre en las caletas de pescadores de San Antonio.

Partimos la semana enfocando nuestros recursos en contra de la aprobación de HidroAysén, sin embargo, los impactos sociales de la pesca de arrastre es un tema de mucha preocupación para Greenpeace, puesto que no es sólo del 'ecosistema' de lo que nos preocupamos, también nos preocupa la calidad de vida de las personas por el mal manejo de los recursos naturales, lo que no sólo provoca daños a la naturaleza, sino también a quienes dependen directamente de ella.

En la comisión estaban los senadores Antonio Horvath, Senador por la Región de Aysén, el Senador Hosain Sabag de la región del Bio Bio, el Senador Jaime Orpis de las regiones de Tarapacá y Arica y Parinacota y el Senador Carlos Bianchi de la región de Magallanes y Antártica Chilena.

Desde Greenpeace asistieron nuestro director ejecutivo Matías Asun, nuestra consejera política para la campaña de océanos Elizabeth Soto y yo, Samuel Leiva, Coordinador de Campañas.

A la sesión también ingresaron (como observadores) los representantes de la pesca artesanal, un representante de la pesca industrial (SONAPESCA) y un representante de Lota Protein, una empresa que ha estado incentivando el uso del método de subastas para la asignación de la cuota de pesca. Todos ellos muy interesados en nuestro estudio.

Matías, quién es experto en temáticas sociales, presentó los resultados ante los senadores y fue enfático en decir que estos resultados permiten demostrar la vulnerabilidad en la que se encuentran los pescadores artesanales que deben 'competir' por los recursos con la flota industrial y fue detallando los impactos sociales que la escasez de recursos pesqueros provoca y agudiza en cada caso. En su exposición Matías también resaltó que no estamos defendiendo una forma de pobreza, estamos defendiendo una forma de vida, la cual está en riesgo de desaparecer de manera absoluta debido al manejo de los recursos pesqueros y al uso de artes de pesca destructivos cómo el arrastre.

La opinión de la audiencia

Existieron reacciones dispares frente a nuestra exposición, por un lado el senador Orpis cuestionó la validez del estudio al no existir más datos 'numéricos' que avalaran los resultados. Por otro lado el Senador Bianchi estuvo muy interesado en conocer la realidad de los pescadores artesanales y destacó 'la carga' que significa para el estado el que las personas que se encuentran más allá de los 65 años -lo cuales es imposible de reconvertir- sigan sin ser capaces de asumir su vulnerabilidad.

Matías señaló que, lamentablemente estos factores de vulnerabilidad no se encuentran exclusivamente en las caletas de San Antonio, porque los datos provenientes del Censo Pesquero del INE del año 2009, destacan esta situación a lo largo del país.

Hector Bacigalupo, Presidente de la Sociedad Nacional de Pesca trató en su discurso de desmarcar a la industria pesquera de los impactos sociales, diciendo que le parecía muy bueno el informe de Greenpeace pero que no podíamos echarle la culpa a la pesca de arrastre por la escasez de los recursos en San Antonio, debido según él, a que la escasez de merluza común era acción de otra especie, la Jibia, la que había influido en la disminución de la biomasa en la zona. Prosiguió diciendo que la pesca de arrastre es un arte que nunca se podrá parar porque es responsable del 80% de la pesca 'blanca' y que en ningún país del mundo, excepto Venezuela, ésta había sido prohibida. También dijo que los pescadores artesanales eran los responsables de todos los males que nosotros señalamos y que los impactos sociales mostrados sólo se daban en la Comuna de San Antonio. Además señaló que los descartes de la flota de arrastre son insignificantes y que no se le puede responsabilizar a su sector de un deterioro de la biomasa pesquera.

¿De quién es la culpa?

Esta argumentación, tuvo una fuerte respuesta mía, debido a que estos argumentos, clásicos y majaderos por lo demás, están muy lejos de la realidad. En lo que respecta a la influencia de la pesca de arrastre, es obvio que esta técnica pesquera es la única que interactúa compitiendo por el recurso con los pescadores artesanales de la comuna de San Antonio, y que los impactos son aún más agudos debido a que no hay alternativas en esa zona.

Para el argumento de que fue la Jibia la responsable del colapso de la merluza común, cité al comité científico de la merluza común, el que es categórico en descartar ese mito que la industria ha tratado de crear en cada foro que puede. En su informe señala que “la captura de merluza vienen cayendo desde el año 2000. Las merluzas grandes habrían desaparecido por sobrepesca antes que llegara la jibia”, nada más que decir.

En respuesta a la afirmación de que los pescadores artesanales son los responsables de los problemas sociales, le señalé que estos problemas se dan a lo largo del país, debido a que el 40% de las pesquerías de Chile están sobre explotadas y que el 60% actualmente está con problemas serios de conservación. Esta realidad no sólo afecta a San Antonio, sino que a los trabajadores de las plantas pesqueras, los tripulantes de las flotas industriales, y categóricamente a sus familias. ¿Entonces? ¿Debemos echarle la culpa a todos ellos?

Sobre si el porcentaje de descarte que la flota nacional es significativo, fui enfático en señalar que no existen datos que puedan avalar esos dichos, ya que la industria pesquera no permite subir observadores científicos a sus naves, los datos no son públicos, no existe siquiera un estudio del gobierno ni de la industria pesquera que diga cuanto es lo que se descarta por la flota arrastrera Chilena. Según los datos del Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas, los descartes mundiales alcanzan a un 30% del volumen de la captura.

Si desde la industria pesquera son capaces de demostrar con datos confiables que sus naves no descartan, en Greenpeace estamos dispuestos a resaltar la sustentabilida de la flota arrastrera nacional. Hasta que ese día llegue, seguiremos trabajando para evitar los severos impactos ambientales y sociales de la pesca de arrastre.

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