1 año de injusticia.

1 año de impunidad.

1 año de preguntas sin respuestas.

1 año de tristeza pero también de lucha. Una lucha que se fortalece cada día.

Hoy hace 1 año asesinaban a Berta Cáceres, la activista ambiental hondureña que defendía los derechos del pueblo Lenca.

En esta nota te compartimos parte de una carta que escribió el sobrino de Berta para recordarla y enfatizamos nuestro apoyo a la familia y el pedido de justicia por su asesinato.

Exactamente hace 1 año me desperté con un mensaje de texto de mi mamá. Estaba demasiado conmocionada como para escribir claramente pero yo la entendí ymi corazón se rompió. Los asesinos finalmente habían encontrado a mi tia Berta Cáceres. Mi tía que, cuando éramos pequeños, era “Bertita” mi compañera de juegos. La misma que, como mujer, fue lo suficientemente poderosa y se enfrentó al demonio en Honduras.

Hoy marcamos este triste aniversario y no tenemos consuelo. Y lo peor es que ni Honduras ni Estados Unidos parecen haber aprendido nada de esta pérdida. Berta pasó la mayor parte de su corta vida luchando contra las figuras políticas y económicas más poderosas de Honduras en defensa de los derechos de las comunidades nativas.

Su asesinato causó reacciones en todo el mundo, especialmente en las comunidades que trabajan por los derechos humanos, la democracia y la equidad. Su última campaña fue en contra de la construcción de una represa hidroeléctrica en el territorio del pueblo Lenca, su pueblo. Por esta lucha ganó varios premios a nivel internacional, incluyendo el Premio Goldman en 2015.

En marzo de 2016, asesinos entraron en su casa en medio de la noche y la mataron dejando a cientos de activistas alrededor del mundo pidiendo justicia por ella.

Pero en Honduras, la justicia es evasiva. En los últimos años, cientos de activistas sociales fueron asesinados aquí. Y es raro que los asesinos sean atrapados. La corrupción y el crimen alcanzaron a los niveles más altos del gobierno. Mientras tanto, Estados Unidos, no hace otra cosa que apuntalar al gobierno corrupto del Presidente Juan Orlando Hernández con cientos de millones de dólares en asistencia y apoyo político.

En este último año desde el asesinato de Berta, las autoridades de Honduras capturaron a ocho sospechosos pero ninguno parece ser el autor intelectual del crimen. Dos de ellos son empleados por la empresa constructora de la represa y otros dos formaron parte de la milicia hondureña.

Berta recibía amenazas desde 2013. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos le había pedido en repetidas oportunidades al gobierno de Honduras que la proteja, pero los pedidos fueron ignorados. Mientras tanto, el gobierno sí se dedicó a brindarle protección policial y militar a la represa de Agua Zarca.

Lamentablemente cada vez es más difícil defender el planeta. Según el último informe de la organización Global Witness, Honduras es el país más peligroso del mundo para los activistas ambientales. Desde 2009 fueron asesinados 123 activistas que luchaban por la tierra y el medioambiente. Entre ellos, Berta Cáceres.

Ayer Greenpeace España anunció un reconocimiento a la lucha de Berta por su defensa del medio ambiente y de los derechos de su comunidad. Por ello, el próximo 24 de marzo, la organización le otorgará la distinción “Artemio Precioso” a la hija de la activista, Laura Zuñiga Cáceres.

Hoy reiteramos el pedido de justicia por el asesinato de Berta y nuestro apoyo incondicional a su familia. Además reclamamos por la creación de una Comisión Independiente que esclarezca el asesinato.