Algunos insectos son adorables, como las mariposas de colores. Y otros son un poco más molestos, es el caso de las moscas, los mosquitos, las abejas...Pero esto no es lo importante ahora. Molestos o no, los insectos voladores están desapareciendo. Y el fenómeno puede alterar la vida en el planeta de manera significativa. Conoce más en esta nota.

De acuerdo con un estudio publicado en el periódico Plos One el número de insectos voladores cayó un 75 por ciento en los últimos 25 años. Los científicos creen que nos estamos acercando a una “catástrofe ecológica”.

¿En qué te afecta esto?

Las implicancias que tiene el fenómeno para la humanidad son profundas: los insectos cumplen un rol esencial para la vida en la Tierra ya que actúan como polinizadores de las plantas y son presas para los animales más grandes. La polinización, un proceso natural que permite que se fecunden las flores y den frutos y semillas, es fundamental para el equilibrio ecológico y para nuestra alimentación. El 71% de los principales cultivos a nivel mundial y cerca del 90% de las plantas con flor silvestre dependen de la polinización por insectos. Entonces: sin insectos no hay polinización, sin ella no hay cultivos y, por ende, no hay alimentos. Es grave.

Si bien ya se sabía que algunas especies como las abejas y las mariposas están teniendo un declive en sus poblaciones, los científicos se sorprendieron al ver la caída de los números en las reservas naturales en Alemania.

No hay ninguna causa identificada para el fenómeno pero se cree que la expansión de la agricultura y el uso de pesticidas pueden haber influido en la baja de las poblaciones de insectos voladores. Por eso, desde Greenpeace exigimos a los gobiernos que dejen de promover la agricultura industrial de cultivos transgénicos y agrotóxicos, para fomentar sistemas de producción agroecológica, que respetan y potencian los servicios ecosistémicos, e invierten en tecnología que revaloriza los saberes tradicionales y la cultura local a favor de la soberanía alimentaria.

De acuerdo con 'The Guardian', estos datos, aunque recopilados en territorio alemán, son significativos para todos los lugares del mundo en los que predomine la agricultura.

Para sacar estas conclusiones, decenas de especialistas participaron desde 1989 en una investigación que capturó más de 1.500 ejemplares de insectos voladores en 63 reservas naturales de Alemania. Finalmente se estableció que, en el curso de 25 años, se produjo una disminución del 75 por ciento en la biomasa total de dichos especímenes en las áreas protegidas.

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Fuente: INDEPENDENT