Camila Briñez es voluntaria de Greenpeace Colombia hace dos años y con estas palabras relata la riqueza de la experiencia durante varios encuentros de voluntarios de greenpeace junto a las coordinadoras regionales de Acciones y Voluntariado y Analista de Voluntariado

Un día la pasión por lo que haces te enseñará que los límites son mentales” quise iniciar con esta frase porque creo que resume lo que mis dos años como voluntaria de Greenpeace Colombia (en Bogotá) me han hecho sentir. Me llamo Camila Briñez soy ingeniera civil y quiero compartir con ustedes las experiencias, reflexiones e ideas que desde mi punto de vista nos dejó la visita de Diana, Cyn y Fabiana (coordinadora y analista de Voluntariado y  la coordinadora de Logística de la organización).

Durante su visita realizamos una actividad de unión de equipo el cual fue muy oportuno ya que el grupo local de Bogotá se encontraba un poco desarticulado. Con el acompañamiento de Silvia Gómez Coordinadora de Campañas de Greenpeace Colombia, hicimos diferentes dinámicas que nos fortalecieron como equipo, tomando la Voluntad como aptitud que define al grupo, integrando a los voluntarios nuevos con los antiguos, aclarando todo tipo de dudas que surgieron durante el desarrollo de la reunión y conociendo mejor a nuestras visitantes, en pocas palabras ¡hicimos catarsis!

Días después se organizó una reunión donde Cyn hizo una presentación sobre todos los procesos y dinámicas que se generan en los grupos locales, cuales son las áreas que los integran, cómo se elegirán a los voluntarios que quieran ser referentes de dichas áreas, el manejo para el ingreso y salida de voluntarios, los canales de comunicación, las postulaciones para actividades offline y demás
herramientas disponibles para el desarrollo y el trabajo del grupo. Lo cual fue muy importante para enfocar la labor del equipo e iniciar la transición hacia la nueva estructura de referentes que en mi opinión es más funcional y da la oportunidad a más voluntarios de interactuar con las diferentes oficinas y grupos de Greenpeace andino.

Finalmente llegó la oportunidad de participar en el entrenamiento de No violencia, experiencia que todos los voluntarios estábamos esperando ya que es el primer paso para ser activista y el principio fundamental de la organización. Personalmente me generaba curiosidad este concepto ya que considero que Colombia es un país que ha sufrido todo tipo de violencia y aunque somos optimistas y alegres, para nosotros no es tan sencillo ser ajenos a ella.

Me parece importante resaltar la convocatoria realizada, ya que incluyó al mayor número de personas posible y, aunque fuimos un grupo numeroso, la logística y la organización del entrenamiento fue perfecta. Durante los dos días que estuvimos reunidos, conocimos todo el trabajo que hay detrás de cada acción realizada por Greenpeace, lo que nos hace sentir orgullosos de pertenecer a la organización y nos da la confianza de saber que en cada paso que damos tenemos el respaldo de todo el grupo de Andino.

En general fue una experiencia enriquecedora, quiero agradecer una vez más a Diana, a Cyn y a Fabi por su compromiso, por sus enseñanzas, su paciencia y su buena energía, durante su visita compartimos muchas ideas y emociones, aprendimos a escucharnos y a confiar en los compañeros, salimos fortalecidos y con la convicción de que en Bogotá ¡hay equipo!