Activistas de Greenpeace bloquean con éxito un buque que transportaba carne de ballena a Japón

Agrega un comentario
Noticia - 3 abril, 2010
Rotterdam, Holanda, 2 de abril de 2010 - Alrededor de las 4:30 de esta mañana, nuestros activistas tomaron medidas contra la caza comercial y el comercio de carne de ballena mediante el bloqueo de un barco que transportaba de Islandia a Japón contenedores con carne de ballena de aleta.


Los activistas se encadenaron a las amarras del buque portacontenedores “Nyk Orion”, que llevaba a bordo 13 ballenas de aleta en peligro de extinción ubicadas en siete contenedores. Greenpeace está pidiendo a las autoridades la protección de estas ballenas en la próxima reunión de la Comisión Ballenera Internacional.

Después de nuestra protesta de esta mañana, la policía portuaria de Rottderdam ha prometido que el envío de carne de ballena a Japón no se realizará y que el barco permanecerá en el puerto. El propietario del buque ha decidido descargar la carne de ballena en lugar de ser cómplice del comercio de una especie en peligro de extinción.

La ballena de aleta puede llegar a medir 27 metros de longitud y es la segunda ballena más grande del mundo. Hoy se calcula que quedan menos de 50.000 en el Atlántico Norte. El comercio internacional de ballenas está prohibido por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). Los Países Bajos son uno de los 175 signatarios de este tratado. Pero Japón e Islandia se nieguen a cumplir con lo acordado por CITES y continúan con el comercio. De hecho, hace apenas dos semanas, después de un gran esfuerzo de cabildeo realizado por Japón, la reunión de CITES en Doha (Qatar) resolvió no continuar con la protección del atún rojo, especie en peligro de extinción.

En junio, los gobiernos se reunirán en la Comisión Ballenera Internacional (CBI), en Agadir, Marruecos, para decidir si continuará la caza comercial de ballenas en Japón. Desde Greenpeace estamos instando a miembros de la CBI para proteger a las ballenas y no a la industria ballenera y ni al comercio final de productos de ballena. Los activistas que actuaron en Rotterdam enviaron un claro mensaje al gobierno holandés: si está involucrado en el comercio de ballenas, está jugando un papel en la inaceptable desaparición de las ballenas. Los gobiernos de este año deberían protegerlas de una vez por todas y poner fin a su comercio.

En Islandia es probable que continúe caza de ballenas después de este año. El lunes pasado, el gobierno islandés dio a conocer los resultados de un estudio sobre los impactos económicos de esa actividad. Las conclusiones determinaban que existe una justificación económica para la práctica, dado que la reducción del número de ballenas significa mayor cantidad de peces, lo que favorece a la industria pesquera local.

De este modo, el gobierno islandés está socavando su credibilidad como nación llevando adelante una gestión de la pesca relativamente responsable e ignorando que el mundo ha empezado a descartar la caza de ballenas. Sin embargo, el informe recomienda reevaluar el llevar adelante la actividad si es que conlleva un impacto negativo para la imagen de la nación. Al exponer el comercio de carne de ballena de Islandia en Rotterdam, esperamos que el país cambie de posición y ponga fin a una actividad innecesaria.

Mientras tanto, en Japón, dos activistas de Greenpeace están siendo juzgados por exponer la corrupción en el programa de caza de ballenas financiado por el gobierno japonés. Creemos que el Japón no debería ser premiado por sus décadas de conducta reprochable en el Santuario Ballenero Austral. La Comisión Ballenera Internacional debe exigir que el gobierno japonés vuelva a abrir la investigación oficial sobre nuestras alegaciones.

Estos activistas están hoy al frente del movimiento para poner fin a la caza comercial y el comercio de carne de ballena. En pocos meses, los dirigentes mundiales tendrán nuevamente la oportunidad de acabar con la caza de ballenas de una vez por todas. Esperamos que actúen a favor de las ballenas, en vez de gestionar a favor del beneficio de una pequeña industria ballenera.

 

Escríbele al presidente de Nestlé para pedirle que deje de comprar el aceite de palma con el que se elabora Kit Kat. Haz click aquí.

Recuerda que Greenpeace sólo cuenta con el apoyo de personas comprometidas con el medio ambiente como tú. Únete a Greenpeace en Colombia. Haz click aquí.

Categorías
No se encontraron comentarios Agregar un comentario

Publicar un comentario 

Complete the fields below to leave a comment without registering
Atención: Los campos obligatorios están marcados con un asterisco (*).

info

Correo electrónico