Continúa el juicio a los activistas detenidos por denunciar el contrabando de carne de ballena.

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Noticia - 8 marzo, 2010
Aomori, Japón, 8 de marzo de 2010- La declaración de hoy de un ex ballenero arrojó serias dudas sobre la veracidad de que exista una investigación oficial sobre las denuncias de corrupción presentadas por Greenpeace y reveló información acerca de cómo la tripulación de la flota ballenera se quedaba con la carne de ballenas bebé cazadas en el Santuario Ballenero Austral.

Como resultado de la denuncia de los activistas Junichi Sato y Toru Suzuki, la Agencia de Pesca de Japón ordenó al Instituto de Investigación de Cetáceos, a la empresa Kyodo Senpaku, y al capitán de la flota, realizar una investigación interna sobre las denuncias de Greenpeace sobre el contrabando de carne de ballena. Los oficiales afirmaron que cada uno de los miembros de la tripulación había sido entrevistado en una investigación exhaustiva y que no se encontró ninguna evidencia de corrupción. En su lugar, fueron arrestados los activistas de Greenpeace.

"Hasta la fecha, todos los testigos convocados en este caso arrojaron considerables dudas sobre la fiabilidad de las pruebas oficiales contra Sato y Suzuki. Esto da una prueba más de la necesidad urgente de investigar para que sus acusaciones originales se reabran", manifestó Yuichi Kaido, abogado defensor de los activistas.

Hoy en  la corte, el ex ballenero que declaró como testigo de la defensa, reveló que no había sido entrevistado en el marco de esa investigación. Esta es una omisión grave considerando que él era un punto clave de nuestras denuncias de malversación de fondos y corrupción dentro del programa de caza de ballenas financiado por el Gobierno de Japón.

Antes de que el escándalo estallara, un funcionario de la Agencia de Pesca de Japón afirmó que nunca se le dio carne de ballena a la tripulación. Pero después de Junichi y Toru denunciaron el contrabando, las respuestas de los involucrados con la flota ballenera fueron muchas y variadas. Kyodo Senpaku, la empresa que operó la flota, cambió su historia tres veces en casi dos días. La empresa afirma ahora que cada miembro de la tripulación recibe 9,5 kg de carne de ballena.

"Me declaro inocente, porque una sociedad donde los individuos tienen derecho a denunciar la corrupción es una sociedad más democrática y orientada al ciudadano, y me gustaría que este juicio sea el lugar donde pueda iniciarse ese debate", declaró el activista Junichi Sato.

Durante el interrogatorio de hoy, el ex ballenero también dijo que cuando las ballenas jóvenes eran capturadas, la tripulación se las quedaba y procesaban su carne por separado. El testigo le explicó al tribunal que su carne es más tierna y es perfecta para lograr mejores "Unesu" (tocino de ballena) y que esta es la carne que se le entrega  a miembros de la tripulación como "souvenirs".

Este reconocimiento contradice directamente el testimonio del Jefe de Ventas de Kyodo Senpaku, quien al ser interrogado el 15 de febrero, dijo que la carne regalada no era de buena calidad. Y fue precisamente ese tipo de carne la que Junichi y Toru interceptaron y le entregaron a la Fiscalía de Distrito de Tokio como evidencia del contrabando.

 

Para que se  juzgue a quienes cazan ballenas y no a quienes las defienden. Reclama la absolución de nuestros activistas firmando aquí.

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