El reclamo comenzó el lunes 22, cuando doce activistas de Greenpeace escalaron la chimenea de 300 metros de altura perteneciente a la central eléctrica de Prunéřov II, una de las mayores fuentes contaminantes en República Checa. Allí permanecieron durante tres días colgando un enorme cartel con la leyenda “Vergüenza Mundial” a modo de protesta contra los planes dirigidos a continuar con el funcionamiento de la planta, la cual colabora fuertemente a agravar el cambio climático. A pesar de las objeciones pronunciadas por los Estados Federados de Micronesia (EFM), una nación cuya existencia se ve amenazada por el cambio climático, el gobierno checo parece estar decidido a asegurar la continuidad de la central.
Los activistas que se reunieron ayer con el representante aún estaban vestidos con el equipo que utilizaron para escalar, mientras que otros se ubicaron fuera del ministerio checo mostrando fotos de las islas del Pacífico devastadas por los impactos del cambio climático. Tereapii Williams, un voluntario de Greenpeace y representante de la población de las Islas del Pacífico Cook sostuvo un cartel con la leyenda “Ustedes queman, nosotros morimos”.
Greenpeace y el Servicio de Derecho Ambiental, una organización no gubernamental checa, están presionando para que la planta cierre para el año 2015 en lugar de mantenerse abierta por un período de 25 años. La expansión de Prunéřov se convirtió en un problema internacional en enero de 2010 cuando el gobierno de los Estados Federados de Micronesia (EFM), un estado insular del Pacífico, realizó una presentación sobre el plan del Ministerio checo de Medio Ambiente.
Prunéřov está llegando al final de su vida, y su operador, CEZ, desea expandirla y mantenerla abierta durante mucho tiempo. La quema de carbón es la principal causa del cambio climático. CEZ no sóla planea su continuación sino que, además, está tratando de evitar las pocas reglamentaciones que obligarían a los nuevos bloques a emitir menos carbono.
"La planta de energía Prunéřov debe ser cerrada, no remendada", dijo Jan Rovensky, responsable de la campaña de Clima y Energía de Greenpeace, quien fue partícipe de la acción en la chimenea. "Los planes que involucran la ampliación de la planta e ignoran los intereses de una nación del Pacífico que es vulnerable a los impactos del cambio climático son una vergüenza para el gobierno checo y el grupo de energía, CEZ ".
A pesar del hecho de que el nuevo ministro de Medio Ambiente, Jakub Šebesta , expresó su interés para satisfacer el reclamo de los representantes de las organizaciones los activistas entregaron una carta al portvoz en la cual expresan el pedido al ministro basándose en las siguientes razones:
1- La planta no incluye la mejor tecnología disponible para reducir las emisiones de carbono, y por lo tanto debe ser cerrada.
2-La planta emite 12 millones de toneladas de carbono innecesarias y dañinas
3- De acuerdo con la ley Checa, CEZ está legalmente obligado a evaluar los impactos en el clima de su plan, pero el operador se ha negado a hacerlo.
"El nuevo ministro será consciente de que la expansión Prunéřov ya se ha convertido en un asunto de política internacional", dijo Jan Rovensky. "Esperamos tener una reunión constructiva. El nuevo ministro tiene ahora la oportunidad de separar las prioridades del gobierno y la posición de la República Checa de los intereses de la empresa energética".
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