Sin consenso y alto riesgo de fracaso terminó la adopción de medidas interinas para la protección del Jurel

Noticia - 30 enero, 2011
Cali, 29 enero, 2011 -Activistas de Greenpeace desplegaron un cartel con el mensaje "Detén la sobrepesca en el pacífico" en el final de las negociaciones en la pre-conferencia preparatoria para la adopción de una Organización Regional de Administración Pesquera en el Pacífico Sur [ORAP-PS]. Frente al fracaso de la reunión, la organización anunció que iniciará una campaña para asegurar que las medidas se conviertan en vinculantes y asi evitar los incumplimientos de los acuerdos. Aseguraron, además, que seguirán trabajando para asegurar el uso sustentable de los recursos marinos y la protección del ecosistema.

Las negociaciones para poder llegar a establecer medidas de administración pesquera en alta mar finalmente terminaron sin consenso. Los países partes presentes no lograron ponerse de acuerdo en las medidas interinas para la protección del jurel, principal pesquería del pacífico sudeste y en la cual se concentraron las negociaciones.

Las medidas impulsadas por la situación de crisis que vive el recurso, el cual, según el reporte del grupo de trabajo científico se encuentra en su nivel más bajo desde el 2001, a sólo un 21% de su biomasa al principio del siglo 21.

Los países que estuvieron negociando un texto de medidas interinas –hasta que se cree la convención de conservación para la conservación y manejo de los recursos pesqueros en alta mar en el pacífico sur- las cuales debían hacer eco de la reducción que las capturas que el mundo científico había propuesto a principio de esta semana, que sugerían que sólo un 50% de reducción de las capturas actuales serían la única manera de recuperar el stock de esta pesquería.

Para Samuel Leiva de Greenpeace Chile, quien atendió la reunión cómo observador del proceso de negociación, y que había solicitado este lunes a las partes que adoptaran reducciones de captura de un 60%, considerando los incumplimientos de las medidas interinas, señaló que “hemos visto que existe una clara intención de ignorar las contundentes recomendaciones científicas para recuperar el stock, y se ha insistido en seguir pescando por sobre dicho consejo”.

Las partes que se negaron a aceptar dichas reducciones son Korea, Cuba, Islas Faroe y China. Esta última necesita consultar a Beijing acerca de las medidas propuestas.

El caso de las Islas Faroe es especial, puesto que ellos plantearon una moratoria total a la captura de jurel en aguas internacionales debido a que esta reducción no les era comercialmente viable, con esto buscaban que todos los participantes tuvieran que detener las capturas.

Un país que dio que hablar durante toda la semana fue Cuba, que insistió en que se le debía dar cuota de pesca de Jurel debido a las inversiones que había hecho y que necesitaba recuperar pero además para alimentar a su población. Esta intención fue criticada desde el principio desde diferentes países, por su actitud de ignorar las reducciones recomendadas por los científicos y además porque insistía en un ejercicio de asignación de cuota que no había existido nunca, porque las capturas que se debían reducir habían sido el reflejo de las capturas que se han desarrollado en alta mar desde el año 2007, y Cuba había perdido la oportunidad de participar y ahora no parece coherente sumar un actor a la ya grave situación del jurel.

No sólo eso fue materia de controversia durante la semana, porque según datos facilitados a Greenpeace, Rusia habría duplicado los registros de captura junto con Perú, debido a que Rusia habría declarado captura con un barco que no tiene la capacidad para pescar. Entonces las sospechas se concentraron en los barcos de bandera peruana que pertenecen a la flota rusa, puesto que son estos los que estarían efectivamente capturando, porque el buque ruso es factoría, existiendo por tanto transbordo de la captura en alta mar.

Las medidas adoptadas no deberían reconocer que la declaración de captura por 40.000 toneladas sea hecha por un buque factoría, pues son muy claras en que sólo se consideran las capturas hechas por naves que hayan dado uso a sus artes de pesca en la zona de la convención. Rusia anunció el viernes que hará una investigación para dilucidar esta denuncia, pero no anunció ninguna medida más.

La Unión Europea y Chile insistieron en la adopción de las medidas, especialmente del párrafo 13, en el cual se plantean las reducciones de un 40% para todas las capturas declaradas en el año 2010.

Para Leiva, “va a ser muy difícil el futuro de la pesquería si consideramos que sólo una parte de los países están dispuestos a reducir las cuotas, y además las reducciones y medidas propuestas están jugando con fuego, pues no son lo suficientemente robustas para evitar el incumplimiento de las medias interinas adoptadas”.

“Hemos visto un quiebre en la negociación, donde unos han elegido adoptar medidas concretas para la recuperación del stock de jurel, mientras otros no han adoptado los mismos criterios para la sustentabilidad y protección de los recursos marinos y el ecosistema del pacífico sur”, finalizó el representante de Greenpeace.

Por otro lado, Rusia y Cuba firmaron el texto de acuerdo quedando con 12 países signatarios, EEUU anunció la próxima firma del mismo en el más breve plazo y Cuba la ratificación del texto la próxima semana.

La tercera reunión de pre-conferencia fue citada para el 30 de enero de 2012, en Chile, posiblemente en la ciudad de Talcahuano, 600 kilómetros al sur de Santiago.

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