Noticia - 1 septiembre, 2010
Buenos Aires, Argentina 30 de agosto de 2010 — La empresa Procter & Gamble S.A., importadora de pilas y baterías Duracell, se hará responsable de 10 toneladas de pilas recolectadas por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que deben ser exportadas para su reciclado. Greenpeace celebró el compromiso asumido por la empresa pero ahora exige que Energizer Argentina S.A., entre otras importadoras, siga el ejemplo y participe de esta responsabilidad compartida.
Los representantes de la empresa Duracell manifestaron, mediante una carta, estar dispuestos a utilizar sus recursos y conocimientos para dar un tratamiento adecuado a las 10 toneladas de pilas usadas acopiadas por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a través de su Programa de recolección de pilas y baterías.
Greenpeace denuncia que las pilas y baterías, a pesar de contener compuestos tóxicos, suelen ser arrojadas junto con la basura común a basurales a cielo abierto y rellenos sanitarios, contaminando y dañando la salud de las comunidades que los rodean y considera que son las empresas productoras e importadoras de pilas las que deben asegurar el brindar una solución ambientalmente responsable a los residuos de sus productos. Son muchas las compañías que, en Argentina, se desentienden del problema ambiental que generan, mientras que, en otros países, esas mismas empresas asumen la responsabilidad de gestionar el reciclado de sus productos.
La respuesta de Duracell llegó después de que Greenpeace Argentina desarrollara una intensa campaña en vía pública y en Internet bajo el slogan “El que las hace las paga” destinada a exigir a las empresas que asuman responsabilidad por las pilas usadas y las reciclen. Se invitó a los consumidores a realizar el reclamo a través de una ciberacción que, en menos de un mes, obtuvo 80 mil firmas. La campaña también creció rápidamente sumando adeptos a través de las redes sociales (Facebook y Twitter), con la publicación de banners, videos y entradas en el blog institucional o interviniendo en redes de geolocalización. Además, las personas pudieron hacer llegar su demanda a la empresa a través de llamados telefónicos y el envío de faxes con mensajes dirigidos al Gerente General de Procter & Gamble, Fernando del Carril.
Las pilas y baterías, junto con el resto de los aparatos eléctricos y electrónicos, se encuentran hoy en Argentina en una zona gris con respecto a la legislación vigente en materia de residuos. Greenpeace sostiene que es necesario que, para este tipo de residuos, se establezca el principio de Responsabilidad Extendida del Productor, que amplía la responsabilidad legal y financiera de los fabricantes e importadores una vez finalizada la vida útil de estos artefactos.
Greenpeace Argentina se encuentra impulsando que este principio alcance el estatus de ley nacional para que la población a través de sus impuestos, y los gobiernos locales dejen de ser los responsables de administrar la contaminación de los dispositivos eléctricos y electrónicos, y pasen a ser quienes colocan estos productos en el mercado los responsables de su recolección, acopio y tratamiento.
“Es muy importante el compromiso asumido por Duracell porque demuestra que algunas marcas son concientes y responsables del destino de sus productos”, señaló Yanina Rullo, integrante de la campaña de residuos electrónicos de Greenpeace Argentina. “Pero es necesario que las demás compañías, como Energizer, se hagan responsables también de estas 10 toneladas de pilas”, agregó.
De todas maneras, Greenpeace Argentina considera que la solución al problema de las 10 toneladas de pilas del Gobierno de la Ciudad es un primer paso, pero que para resolver definitivamente el problema en todo el país es necesario el urgente tratamiento de una ley nacional de residuos electrónicos.
* Para leer la carta de Procter & Gamble a Greenpeace en la que asume su responsabilidad, hacé click aquí.