Proteger los bosques
Hacemos campaña por la protección forestal porque, sin bosques sanos y prósperos, el planeta Tierra no puede sostener la vida. Casi un 80% de los bosques del mundo han sido degradados o destruidos. Greenpeace hace campaña por la deforestación cero hacia 2020 para proteger lo que queda de estos ecosistemas extraordinarios.
Evolucionando durante milenios, los bosques tropicales son uno de los mayores almacenes de diversidad natural en la Tierra. De todas las especies terrestres del mundo, alrededor de dos tercios viven en bosques. Muchas de estas criaturas exóticas - orangutanes, tigres, jaguares, elefantes y rinocerontes - están cada vez más amenazadas por la extinción.
Los bosques ayudan a regular el clima de la Tierra porque almacenan casi 300 mil millones de toneladas de carbón en sus partes vivas – cerca de 40 veces las emisiones anuales de gas de efecto invernadero de los combustibles fósiles.
Cuando son destruidos por tala o incendios, este carbón es liberado a la atmósfera como el gas de efecto invernadero que cambia el clima, dióxido de carbono. La destrucción de bosques es responsable de hasta una quinta parte de las emisiones mundiales de gas de efecto invernadero - más que todos los aviones, coches, camiones, barcos y trenes del planeta juntos.
Los bosques también regulan el flujo hídrico y las lluvias, así que dependemos de ellos para cultivar nuestras cosechas y alimento. La pérdida de bosque en una parte del mundo puede tener impactos severos en otra; la pérdida forestal en la Amazonia y África Central puede reducir severamente las lluvias en el medio oeste de Estados Unidos, por ejemplo.
Con tantos de los bosques del mundo ya destruidos, necesitamos urgentemente proteger lo que queda. La industria todavía convierte despiadadamente los bosques en productos desechables que terminan en nuestras cestas de compra – mientras pone a las especies al borde de la extinción, destruyendo las vidas y sustentos de las comunidades forestales y exacerba el cambio climático global.
Greenpeace está haciendo campaña globalmente por la deforestación cero, hacia 2020.
Para lograrlo, desafiamos a las industrias destructivas a cambiar sus prácticas, e inspiramos la acción del consumidor a exigir que nuestro alimento, papel y productos de madera no estén vinculados a la destrucción forestal.
Hacemos lobby con políticos tomadores de decisiones para que avancen en la acción política internacional y local coordinada que se requiere para proteger los bosques del mundo, los derechos de las personas que dependen de ellos, la biodiversidad y el clima.
Trabajamos junto a comunidades indígenas en la primera línea de la destrucción forestal - en el Amazonas, el Congo, Indonesia - para investigar, documentar, exponer y tomar medidas contra la destrucción forestal.
Con la ayuda de cientos de miles de socios, hemos ganado algunas victorias asombrosas. La deforestación del Amazonas por soja y carne ha disminuido significativamente debido a la moratoria sobre soja y ganado; el bosque tropical de la Osa Mayor en Canadá ha sido protegido y tiene manejo sustentable; 80,000 hectáreas de bosques de renos del norte de Finlandia han sido protegidas, y, gracias a la presión de nuestros socios, gigantes multinacionales como Nestlé y Unilever han cambiado su política de surtimiento de aceite de palma para ayudar a proteger los bosques tropicales y pantanos de Indonesia.
En años recientes, la posibilidad de un marco político global para reducir emisiones de la deforestación y degradación (REDD) se ha movido firmemente en la agenda política internacional. Greenpeace hace campaña por el trato justo - que, si se consigue, podría beneficiar a la biodiversidad, la gente y el clima, protegiendo también los bosques del mundo.
En el minuto que te tomó leer esta página, un área forestal del tamaño de 35 campos de fútbol ha sido destruida. Los extraordinarios e irremplazables bosques de nuestra Tierra necesitan ser protegidos urgentemente.