Japón logró evitar apagones durante el pico de demanda del verano pasado aun cuando, si bien los consumidores fueron impulsados a reducir su consumo energético el 10%, las restricciones obligatorias en el uso de energía para negocios, corporaciones y otros usuarios grandes de electricidad fueron incrementadas el 9 de septiembre de 2011, dos semanas antes de lo planeado.
Mucho más interesante es que el país no haya sufrido escasez de electricidad durante el último invierno frío y nevoso, cuando la mayor parte de la economía se ha repuesto del terremoto y tsunami mientras sólo tres reactores estaban funcionando, comparado a los 54 reactores operacionales en el invierno de 2010. Japón cubrió aproximadamente el vacío de suministro nuclear con ahorros de energía y mejor eficiencia, así como aumentando la operación de sus centrales eléctricas térmicas existentes, sin necesidad de construir nuevas centrales eléctricas. Esto fue hecho sin aumentar las emisiones totales de carbono del país: las emisiones de CO2 del sector de energía en Japón permanecieron iguales al año fiscal 2011 fiscal comparadas con 2010, y para el periodo de abril a diciembre de 2011 fueron incluso ligeramente inferiores.
El consumo de electricidad cayó 5%, hasta 892 terawatts hora (TWh) en 2011. La generación de electricidad con base en combustibles fósiles de abril hasta noviembre de 2011 aumentó en 57 TWh (16.5%), pero las emisiones adicionales fueron compensadas por ahorros energéticos en las otras partes de la economía. Las importaciones de combustible fósil a Japón también han permanecido iguales en volumen, aunque sus costos aumentaron en 3 billones de yenes japoneses debido a los precios más altos de las materias primas.
El siguiente desafío será durante el pico de consumo de electricidad en el verano de 2012: si no se permite que se reanude ninguno de los reactores nucleares, Japón tendrá un verano totalmente no nuclear. Mientras la industria nuclear y sus defensores han estado tratando de sugerir que hay un riesgo de apagones, documentos previamente ocultos fueron divulgados este enero, mostrando que el Ministerio de Economía, Comercio e Industria japonés (METI) predice que incluso sin reactores funcionando, no habrá escasez de energía en el verano 2012. En cambio, METI proyecta un exceso de 6% en generación, incluyendo producción de fuentes de energía renovable equivalentes a siete reactores.
Las dinámicas a largo plazo, por supuesto, dependen mucho de las nuevas políticas del gobierno. Tiene caminos realistas para lograr un apagón nuclear en 2012 y además alcanzar sus compromisos de reducción de gases de efecto invernadero (GEI) para 2020.
Un escenario posible para abandonar la nuclear, fue publicado por Greenpeace en su escenario de [r]evolución energética para Japón, el año pasado. El escenario combina ganancias de eficiencia y generación escalada de energía renovable para permitir a Japón alcanzar su objetivo de reducción de GEI en 25 % para 2020 comparado con el año de referencia 1990, completamente con medidas domésticas, y sin el uso de compensaciones. Esta es una reducción de emisión doméstica más ambiciosa que el plan del gobierno antes del desastre.