De la nostalgia a la felicidad, pasando por la sorpresa y la expectación, son algunas de las emociones que ha experimentado Sandra Guzmán en las casi dos semanas que lleva en la Antártida.

¿Por qué es tan emocionante? Imagina que, como Sandra, fueras la primera mexicana que participa en una expedición a la Antártida, un ecosistema único, que alberga especies endémicas y conserva gran parte de las reservas de agua dulce del mundo,  con el objetivo de fortalecer el rol de las mujeres en las ciencias relacionadas con la protección del planeta.

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Con esto en mente, podemos entender el sube y baja de emociones que nuestra compatriota debe estar experimentando y que nos comparte en su “diario” a través de sus redes sociales, contagiándonos del  entusiasmo para proteger el océano Antártico, que pese a su belleza y esplendor enfrenta grandes amenazas:la pesca industrial de krill y el cambio climático.

Entre las visitas a las distintas bases de investigación que está realizando el grupo de casi 80 mujeres, en su segundo día llegaron a la base argentina “Cámara”, donde los especialistas han notado que la temperatura es mayor, lo que ha llevado a un mayor descongelamiento de los glaciares alrededor de la zona.

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El diagnóstico del impacto del cambio climático se confirma apenas un día después en la base Carlini, donde investigadores han detectado que el derretimiento de los glaciares está generando nueva biodiversidad por el enverdecimiento de la zona y hay cambios en los patrones de lluvias y lo que antes caía en forma de nieve, ahora es agua.

Sin duda, ahora podemos entender el cúmulo de sentimientos de Sandra, pues por un lado lo imponente del lugar debe recordarte lo maravilloso que es el planeta y por otro,  lo frágil que es pero que todos y todas podemos protegerlo.

!Ayúdanos a crear un santuario en el océano Antártico!

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