En los últimos meses, el agua turquesa del mar en la Riviera Maya que atrae a turistas de todo el mundo, cambió de color: se volvió verde, café y hasta roja debido a las grandes cantidades de sargazo que llegaron a sus costas.

El sargazo es un tipo de alga marina que llega a las costas periódicamente, sin embargo, este año la cantidad de algas que se presentaron en las playas de Quintana Roo fueron descomunales.

 

¿Eso es malo? Existen varias hipótesis al respecto. Por ejemplo, hay quienes dicen que la presencia de grandes cantidades de sargazo en la Riviera Maya se debe al cambio de las corrientes marinas por el calentamiento global. 

Otros supuestos apuntan a que hay más sargazo porque crece más rápido debido a la presencia de más nutrientes en el mar originado por las actividades humanas –materia orgánica o fertilizantes provenientes de la agricultura-.

Las teorías pueden ser muchas, lo cierto es que, como todo en la vida, los excesos pueden tener impactos negativos en el medio ambiente y la vida de las comunidades. Las grandes cantidades de sargazo afectaron al turismo, principal actividad económica de la región.

Las toneladas de estas algas que han llegado a las costas pueden tener un origen incierto, y es tarea de autoridades preocupadas y responsables de su entorno, encontrar el origen. Sin embargo, en México esto no sucede así, el gobierno en sus diferentes niveles –local, estatal y federal- se han preocupado más por retirarlo que en tratar de entender y detener este fenómeno.

Es por ello que a bordo del barco Esperanza, Greenpeace e investigadores de la Universidad de Campeche iniciaron la toma de muestras de agua y sargazo en la Península de Yucatán para buscar la presencia de fertilizantes en el mar u otros agrotóxicos empleados en la agricultura que podrían ser causa de estos florecimientos algales inusuales.

Sigue la ruta de la investigación y ayúdanos a que la mancha no se expanda.

Firma por la comida sana en www.greenpeace.mx/nomanchen