Ayer por la tarde, las autoridades rusas ofrecieron a los 30 del Ártico -que siguen encerrados en una fría cárcel en Murmansk- lo que parecía una especie de ramita de la paz. Ofrecían retirar los cargos de piratería y sustituirlo por otros de “vandalismo”. Si se compara con los cargos de piratería, vandalismo suena bastante mejor. Casi como un exceso de rebeldía juvenil, como pintar un graffiti o golpear algo en un partido de futbol.

Nada más alejado de la verdad.

Rusia, simplemente ha cambiado la grave acusación por otra que aún otorga la posibilidad, muy real, de que los Arctic 30 languidezcan en una cárcel los próximos siete años.

En Rusia hay dos tipos de vandalismo: vandalismo administrativo, que conlleva un máximo de 15 días de cárcel y una multa, o el vandalismo criminal, que conlleva una pena máxima de siete años. Creemos que nuestros amigos y compañeros serán acusados de lo segundo.

No es casual que Mijail Fedotov, el Asesor de Derechos Humanos del Presidente Putin dijese que los cargos de piratería eran “ridículos” y que deberían, como máximo, llamarse vandalismo.

Tal vez un cargo de vandalismo parece más aceptable que un cargo de piratería, pero en realidad es igual de ridículo acusar a estos manifestantes pacíficos de vandalismo como ya fueron acusados de piratería.

En la legislación rusa, el vandalismo se define como “toda conducta deliberada que viole el orden público y manifieste una falta de respeto explícito a la sociedad”.

Además debe tenerse en cuenta que el vandalismo también es una acusación ilegal, para que el código penal ruso pueda aplicar ese presunto delito de vandalismo, tiene que producirse en territorio ruso. Debería estar justificado el vandalismo en el derecho internacional si se produce en la Zona Económica Exclusiva, y en ese derecho internacional no se justifica una detención así. Por tanto esto es, de nuevo, otra violación por parte de la Comisión de Investigación contra los 30 del Ártico.

Si desglosamos la definición de vandalismo:

¿Fue la acción del Ártico “deliberada”? Claro, si a lo que te refieres es a que fueron deliberadamente tratando de ayudar a evitar el catastrófico cambio climático y representar a millones de personas en todo el mundo que piensan que la explotación petrolífera en el Ártico es una locura.

¿Violaron el orden público y tuvieron una falta de respeto manifiesta y explícita hacia la sociedad?

Al revés, ellos estaban actuando por el bien de la sociedad, y no sólo en Rusia, donde sabemos que un derrame de petróleo en la plataforma Prirazlomnaya podría devastar 3.000 km de costa y llegar a tres espacios naturales protegidos en pocos días.

Pero no solo para Rusia, en otras partes del mundo, fenómenos meteorológicos extremos están llegando con más fuerza y frecuencia gracias a la drástica retirada de hielo marino en el Ártico. En Australia, donde los incendios forestales se transforman con furia en “grandes incendios”. En Bangladesh, donde hay miles de personas desplazadas de sus hogares y su modo de vida desde la costa al interior por las inundaciones causadas por el cambio climático.

En Pakistán, que luchan también por las inundaciones, la desertificación y las enfermedades causadas por la falta de agua fresca. En México, dónde los más desfavorecidos están sufriendo desastres naturales cada vez más frecuentes y fuertes. En Estados Unidos donde los súper huracanes devastan la costa este y los incendios la oeste. En China, donde la desertificación está convirtiendo exuberantes tierras de cultivo en paisajes lunares.

Los Arctic 30 estaban desafiando la codicia de las grandes empresas, los ricos e implacables del petróleo en todo el mundo que no se detendrán ante nada, que no necesitan avisar previamente, en su búsqueda desesperada por las últimas gotas de petróleo en el planeta.

Tenemos más de 30 personas lo suficientemente valientes para poder enfrentarse a esto. Necesitamos en el Ártico 30 millones de personas con el suficiente valor y convicción para luchar por todos nosotros y exigir cambios frente a la apatía y forzar a los gobiernos a actuar dónde han fracasado.

Mientras los medios de comunicación intentan mantenerse al día con cada nueva noticia, no olvidemos por qué los 30 del Ártico realmente hicieron lo que hicieron. Por qué dejaron todo por lo que creen, por el futuro de sus hijos y para el futuro de los suyos.

Lo hicieron también por tí. Apóyalos. #FreeTheArctic30

Jess Wilson, es la responsable de comunicación de la campaña internacional del Ártico.