A pesar de que mexicanos de diversos sectores de la sociedad hemos luchado desde hace 13 años por mantener nuestro maíz libre de transgénicos, el gobierno mexicano se empeña en favorecer el monopolio de este grano, nuestro principal alimento, en manos de empresas transnacionales como Monsanto, Pioneer, Dow AgroSciences y Syngenta. 

Desde 1999, año en que se otorga el primer permiso para experimentación en campo de maíz transgénico, hasta el momento, las secretarías de Agricultura y de Medio Ambiente han otorgado 177 permisos de siembra en fase experimental y piloto, esta última, antesala de su completa liberación. 

El camino que gobierno y empresas han seguido para que la siembra de la semilla transgénica en nuestro territorio sea autorizada, ha estado plagado de irregularidades y constantes violaciones a la legislación ambiental. Aún cuando los servidores públicos conocen del riesgo de contaminación al que están expuestos los maíces nativos por el flujo inevitable del polen de cultivos genéticamente modificados, por viento, insectos e intercambio de semillas, los funcionarios decidieron dar luz verde a los permisos en atención a los intereses de las empresas propietarias de la semilla genéticamente modificada. 

A nosotros: sociedad civil organizada, académicos, campesinos, y consumidores, nos ha tocado poner luz roja y seguiremos haciéndolo.   

Con la intensión de cansarnos y lograr su cometido, industria y gobierno golpetean constantemente nuestra soberanía alimentaria. Se les olvida que somos más quienes queremos una alimentación saludable, que provenga de una agricultura social y ambientalmente justa; somos más los que concebimos la alimentación como una necesidad y no como un negocio. Cada día somos más los guardianes de nuestro maíz. Cada día somos más los consumidores responsables a quienes no nos pueden robar la memoria ni la conciencia sobre la importancia cultural y social del maíz. Tampoco dejaremos que nos roben nuestro alimento.

Por ello el día de hoy, 29 de septiembre, atendiendo el llamado de los campesinos mexicanos celebremos al maíz mexicano, consumamos la gran diversidad de platillos que nos brinda su diversidad genética, sus aromas, sabores y colores. Disfrutemos de la herencia culinaria de nuestros antepasados. Disfrutemos de nuestro maíz nativo.

Hoy es día de fiesta, todos los días son por su defensa y la mejor manera de protegerlo es diciendo NO a los transgenicos. ¿Cómo evitarlos? consulta nuestra Guia de consumo responsable y compártela.