Activistas abordar el Clipper Hope

El pasado sábado 26 de mayo levantamos el bloqueo que realizamos al Clipper Hope, buque de carga de mineral de hierro, en el Amazonas.

El vicegobernador nos ha garantizado que la industria de la producción de hierro, el superior de la policía y representantes legales se reunirán con nosotros para responder a la evidencia acerca de los vínculos que tiene esta industria con la deforestación y el trabajo en condiciones de esclavitud.

Esta es una gran noticia y un representa un verdadero progreso, ya que la industria ha fracasado antes en comprometerse. Pero no queremos celebrar, lo haremos cuando veamos que ocurran acciones concretas por parte de la industria del arrabio y de la propia presidenta de Brasil que respondan a nuestras demandas.

Primero, la narración de los hechos: El sábado temprano por la mañana, varios equipos de escaladores se dirigieron en botes a ocupar el puerto de Sao Luis, al norte de Brasil. Ellos actuaban con base en la nueva evidencia que demuestra que la industria de la producción de este mineral de hierro está ligada a la deforestación y el trabajo en condiciones de esclavitud en la Amazonia.

Un equipo trepó a una pila de lingotes de hierro (o arrabio) en el muelle y esperó durante varias horas sofocantes hasta que llegó la policía. Otros ocuparon las grúas del puerto, mientras algunos más escalaron las grúas del buque de carga Clipper Hope. Inmediatamente después, el Rainbow Warrior zarpó hacia el puerto para ocupar el espacio junto al buque de carga. Y así, el arrabio no iba a ir a ninguna parte: el juego de poquér había comenzado.

Una vez que llegó la policía, recibimos una llamada del vicegobernador del estado de Maranhão diciendo que él también estaba en camino. Mientras la policía federal esperaba su respuesta, el vicegobernador hizo una llamada desde la entrada del puerto a Paulo Adario, director de la campaña de Amazonia de Greenpeace Brasil, y le dijo que había enviado mensajes urgentes a altos mandos de la industria del arrabio convocándolos este lunes a una reunión en el palacio del gobernador.

Mientras tanto, nuestros escaladores resistieron el implacable calor del sol del Amazonas, racionando el agua y palmeándose regularmente con bloqueador solar. Después de algún tiempo llegó la noticia de que la industria había accedido a asistir a la convocatoria, junto con sindicatos, abogados y figuras políticas de alto nivel. Paulo estaba feliz con la noticia: este era un acontecimiento importante para la campaña de Amazonia. Se trata de un auténtico proceso político en el palacio, mediante el cual podremos dar seguimiento a nuestras demandas, y así arreglar esta industria de una vez por todas.

Es un paso de gran importancia para una industria que hasta ahora ha fracasado en involucrarse de cualquier manera significativa. Estas son buenas noticias no sólo para la Amazonia. Nuestra acción se llevó a cabo también en favor de la población local que ha estado luchando durante años para reformar el comercio de los lingotes de hierro.

El trabajo en condiciones de esclavitud aún existe en la región: la gente es forzada a trabajar en campos de carbón para alimentar el apetito insaciable de la industria productora de carbón vegetal.A medida que nuestros activistas regresaban al Rainbow Warrior, la tripulación del Clipper Hope salió a cubierta para aplaudir a nuestros escaladores, lo cual fue un gesto muy generoso considerando el bloqueo que impusimos a su buque. Nosotros les respondimos con otro aplauso agradeciendo su pacífico tratamiento a nuestros activistas. Y ahora comienza el verdadero trabajo.

No sólo aquí en Maranão, sino también en Brasilia, donde Greenpeace está tratando de ganar apoyo para la “Cero Deforestación”: una nueva ley que proteja la Amazonia y que a la vez de continuidad al desarrollo económico. Cuando se trata de proteger el medio ambiente las cosas rara vez salen perfectas, pero hoy ha sido un gran día para la selvas y para la gente que las consideran su hogar.

Traducción Paloma Neumann (@PLmita), Campañista de Bosques de Greenpeace.

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