Vengo a este campamento de Greenpeace con muchas ideas, muchas de ellas enfocadas en pasármela bien y divertirme con las personas que me acompañan y de disfrutar el tiempo “fuera” de la ciudad. Otras ideas son de duda y cuestionamiento sobre la finalidad del proyecto, estar con personas que tienen buena vibra pero que a la vez son un tanto individualistas me hace pensar en cómo hemos cambiado y que es difícil conseguir algo individualmente. Para hacer valer nuestras ideas es claro que necesitamos el apoyo de la gente que las comparta, aferrarnos a ellas y compartirlo con más personas. El cambio empieza desde abajo y es nuestra oportunidad de hacerlos crecer. Este campamento es una experiencia muy bella que si logra su fin puede ser algo INCREÍBLE.