San Juan Nuevo Parangaricutiro, Michoacán

Página - 20 octubre, 2011
A consecuencia de la erupción del volcán Paricutín en 1943, la comunidad michoacana de San Juan Nuevo Parangaricutiro debió reubicar su infraestructura urbana y terrenos de cultivo. Hasta la década de los años 70, los bosques de la comunidad, en el municipio de Nuevo Parangaricutiro, estuvieron concesionados para su explotación por empresas privadas, lo cual propició un avanzado de deterioro de la vegetación, agravado por la tala indiscriminada e ilegal, el cambio de uso de suelo, las plagas, enfermedades e incendios.

En 1981, la comunidad retomó el poder sobre sus bosques y con el apoyo de académicos y organizaciones de la sociedad civil, hizo un nuevo ordenamiento territorial en el que incluyó un plan de manejo forestal que contempla los cambios en el entorno y en los bosques, para alcanzar el aprovechamiento óptimo e inteligente de este valioso recurso natural.

La comunidad ha madurado el manejo del bosque hasta contar con su propia empresa forestal, que ha evolucionado hasta la elaboración y venta de muebles, así como la producción de resinas, brea y aguarrás. Además, cuenta con su propia empresa de agua purificada, su iniciativa de turismo ecológico, una tienda comunal e incluso su propio sistema de televisión por cable, generando así empleos y múltiples beneficios para la comunidad.

En ningún otro país existe tanta experiencia en el manejo comunitario de los bosques. Esto ha representado un enorme esfuerzo de las comunidades ya que el apoyo del gobierno ha sido escaso.

Por ejemplo, la madera certificada aún enfrenta dificultades para acceder a los mercados. Esto ha impedido que sean mayores los beneficios para la gente que vive en los bosques y sea retribuida en su justa dimensión la enorme labor que realizan por nuestro medio ambiente.

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