Greenpeace y cientos de ciudadanos desplegaron una bandera nacional de 230 metros cuadrados, en la que el color verde, que simboliza nuestros bosques, se pierde poco a poco hasta quedar sólo una franja carcomida por una vaca, en representación del estado de degradación en que quedan los bosques y selvas a consecuencia de las prácticas agropecuarias.
© Greenpeace / Prometeo Lucero