Activistas colocan treinta tambos con la leyenda "Más petróleo = Más cambio climático" en la puerta de la Secretaría de Energía para exigir que se incluyan las energías renovables en la reforma energética; un voluntario enciende el nombre de Greenpeace iluminado con leds a través de la energía mecánica producida por una bicicleta
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Micrositio: (R) evolución Energética
Mira el video publicado en Reforma.com de Greenpeace en el Senado
Ante el doble discurso del gobierno mexicano en materia de cambio climático y energía, la organización ambientalista Greenpeace advirtió que la insistencia en mantener al petróleo como punta de lanza del sector energético, no hace más que posicionar a México como un actor decidido a seguir calentando el planeta.
Con 30 barriles de petróleo, los activistas de la organización formaron la leyenda “Más petróleo = más cambio climático” frente a la Secretaría de Energía, principal promotora de la mal llamada reforma energética.
“En los foros internacionales sobre cambio climático, México sostiene que este problema es una de las más altas prioridades del gobierno y que los mayores esfuerzos deben hacerse en la mitigación del cambio climático. Sin embargo, la reforma petrolera pone al país en el lado opuesto. El debate que se abrió a raíz de la propuesta del Ejecutivo es una excelente oportunidad para romper de una vez por todas el paradigma crecimiento económico-petróleo y para ello, debemos acabar con la lógica reduccionista de energía igual a petróleo”, señaló Gustavo Ampugnani, director de campañas de Greenpeace.
En los últimos meses, el intento de reforma energética planteado por el gobierno federal fue decantando en lo que en realidad es: una reforma limitada al sector petrolero. Tal iniciativa pretende impulsar el “fortalecimiento” de Petróleos Mexicanos para continuar e incrementar la explotación del petróleo, básicamente en aguas profundas, para la generación de energía. Sin embargo, el Ejecutivo nunca contempló que con estas medidas se está sentenciando a México a ser cada vez más responsable y partícipe del cambio climático.
De acuerdo con la Estrategia Nacional de Cambio Climático, México aumentará sus emisiones de gases de efecto invernadero de aquí al 2014. Sin embargo, no se entiende porqué al saber esto con anticipación, se busca la adopción de políticas energéticas que buscan hacer realidad esas proyecciones en vez de rectificar la marcha y detonar la aplicación de las renovables a pequeña y gran escala para beneficio público, tanto en ciudades como en zonas rurales.
“Conociendo las proyecciones oficiales que dicen que México contaminará más, apostarle a más petróleo es actuar decididamente en contra del clima global. Además, esto contradice las intenciones de combatir al cambio climático que el gobierno mexicano dice tener en los foros internacionales”, sentenció Ampugnani.
El Inventario Nacional de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero 2002 establece que las emisiones de los subsectores de generación y uso de energía son las más significativas, específicamente, las originadas por la quema de combustibles fósiles, que representan el 54 por ciento del total, entre ellos el petróleo. De inyectarle más dinero al sector petrolero, este porcentaje aumentará progresivamente.
“Al ser México un país tan vulnerable a las inundaciones, sequías, huracanes o tormentas tropicales, fincar la política económica y energética en el petróleo es atentar de forma consciente y deliberada contra los sectores y comunidades más pobres, que son quienes sufren los peores impactos del cambio climático. Definitivamente no es el liderazgo que queremos ver de México en la lucha contra el cambio climático”, concluyó Ampugnani.
Para evitar los peores impactos del cambio climático, Greenpeace demanda una [R]evolución Energética que transforme de raíz la forma en que nuestras sociedades producen, distribuyen y consumen energía. Adoptando masivamente las energías renovables para la generación de electricidad, calor y transporte, y sistemas obligatorios de eficiencia energética podremos satisfacer nuestra demanda de energía sin atentar contra el clima.
“¿Secretaría de Energía o Secretaría del Chapopote? Le exigimos a esta instancia que acate su responsabilidad y trabaje para reducir la dependencia de nuestro país por el principal combustible fósil, el petróleo. Ya no hay tiempo que perder. Desgastar al país en un debate sobre cómo sacar más petróleo para quemarlo y contaminar es anacrónico, es llevarlo de regreso al siglo XX. De cara al futuro lo que nuestro país necesita es aprovechar el sol, el viento, la biomasa y la geotermia. Para utilizar esos recursos naturales y no finitos es que necesitamos una secretaría, no para seguir quemando combustibles y ver cómo nos hundimos más”, concluyó Ampugnani.
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