Greenpeace pide que se reabra la investigación de la caza de ballenas

Noticia - 13 abril, 2010
La flota ballenera japonesa vuelve a puerto esta semana tras cazar ballenas con fines “científicos” en la Antártida

El coordinador de la campaña de ballenas en Greenpeace Japón, Junichi Sato, llega a la oficina pública del distrito de Tokio para archivar una queja que ha expuesto demandas por el equipo actual y anterior del hurto masivo de la carne de la ballena del programa de "caza científica"

Con motivo del regreso del barco ballenero, Nisshin Maru, del Santuario de la Antártida, Greenpeace ha presentó esta semana un conjunto de documentos al Gobierno de Japón, con los que solicita que se reabra la investigación sobre la corrupción en la industria de carne de ballena.

Greenpeace reitera su denuncia sobre el escándalo japonés del blanqueo de carne de ballena y el fracaso de la comunidad internacional para luchar frente al comportamiento sin escrúpulos de Japón en la Comisión Ballenera Internacional (CBI).

Mientras que las cajas que contienen carne de ballena procedente de la caza “científica” de ballenas en el Santuario de la Antártida se descargaban en el puerto esta mañana, los activistas Junichi y Toru presentaban un recurso ante la Fiscalía de Japón instándola a que abra de nuevo la investigación que se realizó por Greenpeace en 2008 sobre la malversación de fondos dentro de la industria ballenera.

Junichi y Toru son juzgados por denunciar el escándalo de la industria ballenera y su caza de ballenas, y las vistas previas al juicio y el propio juicio, en curso, han proporcionado nuevas pruebas convincentes de que miembros de la tripulación, funcionarios de la industria e, incluso, del Parlamento japonés participaron en la corrupción relacionada con el programa ballenero financiado por la ciudadanía.

"Nuestras alegaciones iniciales de malversación de fondos dentro del programa de caza de ballenas han sido repetidamente confirmadas por expertos de la industria", declaró Junichi Sato, activista de Greenpeace Japón. "Es hora de que se juzguen y condenen el encubrimiento, las mentiras, la corrupción y el despilfarro de dinero de los contribuyentes”.

Menos del 5 por ciento de los japoneses consume carne de ballena. De hecho, la falta de demanda ha provocado que existan almacenadas 4 mil 455 toneladas, aproximadamente. Las capturas anunciadas por la flota que acaba de llegar a puerto es de 506 ballenas minke y un rorcual común, que aumentarán en mil 800 toneladas de carne de ballena el stock almacenado.

"A pesar de que Japón sigue cazando ballenas en el Santuario de la Antártida, y desde hace décadas obstruye las decisiones de la CBI, los países clave en materia de conservación están proponiendo “recompensar” a Japón al negociar la reapertura de la caza de ballenas", ha añadido Sato. "Es suficiente e indignante. Ha llegado el momento de que el primer ministro japonés Hatoyama cumpla sus promesas electorales y ponga fin a la corrupción y los daños a la reputación de Japón, garantizando que ésta ha sido el último viaje de la flota ballenera a la Antártida”.

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