Un buen acuerdo REDD es una luz verde para la protección de los bosques

Noticia - 3 diciembre, 2010
Las negociaciones internacionales por el clima han comenzado en Cancún, México y mucha gente está minimizando las oportunidades de un movimiento significativo sobre un tratado obligatorio para salvar el clima. Mientras algunos están enfatizando la inflexibilidad de algunos gobiernos y prediciendo mares agitados delante para el proceso de la ONU, para mí, es importante que remarquemos lo que se puede hacer en Cancún para crear un ímpetu positivo.

Markus Mauthe / Greenpeace

Los orangutanes son víctimas de la destrucción de los bosques en Indonesia.

Por Kumi Naidoo, director ejecutivo de Greenpeace Internacional

Un área en la que esperamos acción en Cancún es acordar un mecanismo que ayude a terminar con la destrucción de los bosques. La destrucción del bosque tropical es responsable de cerca de la quinta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, - más que las emisiones generadas por todos los autos del mundo, aviones y trenes juntos.

El programa que ha sido negociado para terminar con la deforestación es conocido como REDD (Emisiones Reducidas por Degradación y Deforestación) por sus siglas en inglés, acuerdo que beneficiaría la biodiversidad, a las personas y al clima. Un mal acuerdo permitiría a las corporaciones utilizar las demandas de protección forestal para esconder su rechazo a reducir sus emisiones a niveles más seguros.

He aquí un ejemplo de lo que está en juego en estas negociaciones: Noruega e Indonesia han propuesto un plan que tiene el potencial de ser un punto de referencia para futuros acuerdos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mediante la protección de los bosques naturales de Indonesia y turberas ricas en carbono.

Esta sería el REDD en acción, y si las normas son correctas, podría ser un gran éxito. Algunos de los elementos básicos del acuerdo son alentadores, tales como su enfoque en la prestación de reducciones de emisiones, lo que significa que el ahorro de emisiones no va a compensar la contaminación en otras parte del mundo en forma de compensaciones de carbono; una moratoria sobre nuevas concesiones para convertir los bosques en tierras agrícolas; procesos transparentes; la entrega de las reducciones a nivel nacional y sistemas de control independientes.

Sin embargo, la nueva moratoria no cubrirá las millones de hectáreas de bosques ya programadas para ser destruidas. Es más, como se muestra en el informe reciente de Greenpeace, "REDD Alerta: Protección de dinero", este programa se enfrenta a riesgos graves como el de las industrias involucradas, que pretenden destruir los bosques con los mismos fondos de REDD. En Indonesia, por ejemplo, hay un impulso para reclasificar la definición de los bosques con el fin de desviar fondos, destinados a su protección, hacia prácticas destructivas, una visión de negocios, como es costumbre.

Esto significa que grandes destructores de los bosques, como el Grupo Sinar Mas APP (Asia Pulp and Paper) que ha estado durante mucho tiempo en nuestro radar por sus prácticas de negocio infame, podrían obtener luz verde para seguir destruyendo los bosques, en lugar de una luz REDD que significa no más negocios a expensas del planeta.

Esto es lo que Greenpeace cree que los gobiernos deben hacer para establecer un marco para la protección de los bosques tropicales:

1. Establecer una ventana de bosques en el marco del Fondo Climático.
Como he dicho, los países deben ponerse de acuerdo sobre un mecanismo para reducir las emisiones de deforestación en los países en desarrollo. La financiación de REDD debe estar dirigida hacia un nuevo fondo mundial y no compensar a los mercados que permiten a los contaminadores seguir contaminando mediante la compra de bonos de carbono. Dado que no hay suficiente dinero, ahora se comprometió a los países en desarrollo para hacer frente a la adaptación al cambio climático, lo que hace que el REDD sea más importante que nunca.

2. Adoptar los principios de salvaguardar la biodiversidad y la integridad de los bosques naturales como un marco para la acción. Esto debe incluir la protección y el respeto de los derechos de los pueblos indígenas, y cumplir con las leyes y obligaciones internacionales, tales como la Declaración de las Naciones Unidas para los Derechos de los Pueblos Indígenas. Los bosques son más que depósitos de carbono, son el hogar de una gran variedad de vida. Un acuerdo en Cancún debe incluir requisitos para supervisar, informar y verificar los impactos de los regímenes de protección de los bosques sobre la biodiversidad, los pueblos indígenas y comunidades locales.

3. Establecer a nivel nacional la reducción de la deforestación. Proyectos sub-nacionales, que reparten los bosques en diferentes secciones, sólo cambia la deforestación de una parte del país a otra (a través de una frontera internacional). Un acuerdo de REDD en Cancún debe establecer una estrategia que se centre en poner fin a la deforestación a nivel nacional en los países donde la destrucción de más bosques está sucediendo, y evitar el aumento de la destrucción en los países con grandes bosques en peligro.

Hace poco estuve en Indonesia y fuí testigo de primera mano de las cicatrices de la tierra causada por la tala de bosques masiva. Si no detenemos la deforestación aquí, no vamos a resolver el cambio climático. Es por eso que los negociadores en Cancún debe dar luz verde a un fuerte acuerdo de REDD ahora.

Texto original en inglés: A good REDD deal is a green light for forest protection

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