La protesta terminó, la lucha continúa

Noticia - 30 septiembre, 2010
Después de permanecer alrededor de 50 horas en el agua frente a un barco de perforación y 100 horas encadenados al ancla del buque, los abogados de la gigante del petróleo Chevron ganaron una medida cautelar en contra de Greenpeace, que impide a la organización interferir en modo alguno con su operación - de lo contrario se tendrían que pagar enormes multas diarias por lo que los activistas tuvieron que salir del agua ayer por la tarde, agotados, después de cumplir los turnos durante todo el día para bloquear al Stena Carron con sus 228 metros de longitud e impedir que alcanzara su punto de perforación.

Con sus cuerpos, activistas de Greenpeace detuvieron, durante días, el avance de un barco de perforación petrolífera.

Hace un par de días el objetivo era estar al frente de esa nave y retrasar su salida o forzarlo a cambiar de rumbo. Dos días más tarde, todavía estaba parado, en el lugar donde lo habíamos dejado. El pequeño equipo del Esperanza se movilizó para detener ese enorme barco y lo hicimos.

Detener un buque de perforación petrolera con nada más que sus cuerpos es una sensación de empoderamiento. Pero es un acto simbólico, es sólo una nave y un único sitio de perforación y si queremos evitar un horizonte basado en el petróleo y tener una oportunidad de detener el cambio climático, tenemos que dejar de perforar en aguas profundas en todos los mares e invertir en alternativas de energía limpia.

Categorías