Aguas profundas, ¿un tesoro en el Golfo de México?

Noticia - 1 diciembre, 2011
Greenpeace realizó este jueves el foro Aguas profundas, ¿un tesoro en el Golfo de México?, en el que participaron diversos especialistas del sector energético como: Rogelio Gasca Neri, consejero profesional de Petróleos Mexicanos (Pemex); Juan Carlos Zepeda, Presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos; Lourdes Melgar, Directora del Centro de Sostenibilidad de la EGADE- Business School México del Tecnológico de Monterrey; Fabio Barbosa, Académico del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM y David Shields, director general y editor de la revista Energía a debate.

(Siguiendo las manecillas del reloj) Lourdes Melgar, Directora del Centro de Sostenibilidad de la EGADE- Business School México del Tecnológico de Monterrey; Rogelio Gasca Neri, consejero profesional de Petróleos Mexicanos (Pemex); Juan Carlos Zepeda, Presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos; David Shields, director general y editor de la revista Energía a debate. Fotos: Greenpeace / Iván Castaneira

 

Beatriz Olivera, coordinadora de la campaña de clima y energía de Greenpeace México abrió la sesión hablando sobre los impactos ambientales que ha dejado Pemex a lo largo de sus historia como paraestatal encargada de la exploración y explotación de hidrocarburos en nuestro país. También alertó sobre la necesidad de que exista una estricta regulación y planes de contingencia en los proyectos para obtener petróleo de aguas profundas y ultraprofundas, que ya gozan de presupuestos millonarios.

Rodolgo Gasca, señaló que en los proyectos petroleros, y en especial en los de aguas profundas, como en los que se ha aventurado Pemex en los años recientes, deben existir cinco pilares: tecnológico, financiero, económico, jurídico y de infraestructura; sin estos pilares, los proyectos pueden ser un fracaso. Además agregó que Pemex no cuenta con tecnología propia para hacer estas exploraciones en las profundidades marinas, razón por la que ha tenido que recurrir a otras empresas internacionales que ofrecen servicios, asociaciones y concesiones para llevar a cabo este tipo de proyectos. Sin embargo, recalcó que acudir a empresas que ya hacen exploración en aguas profundas no garantiza un éxito del cien por ciento.

Lourdes Melgar reconoció que la labor de Pemex ha estado enfocada en la explotación de hidrocarburos en aguas someras y que a esta carga laboral se han agregado los proyectos de aguas profundas, ante los cuales no existe la expertiz necesaria por parte de la paraestatal, lo cual resulta arriesgado. Señaló que una de las graves carencias en los proyectos petroleros es que no se consideran los impactos ambientales y las repercusiones económicas que estos daños generan en las regiones afectadas y a otros países con los que México hace frontera. Destacó que es necesario que para la exploración y explotación de aguas profundas exista regulación y legislación específica.

Juan Carlos Zepeda nos mostró las actualizaciones en regulación y seguridad en materia de aguas profundas. Mencionó que existe un mayor detalle en cuanto al registro mensual de los derrames y emergencias que se han registrado en el país por parte de Pemex, aunque reconoció que casi 10 por ciento siguen sin reportarse a la Comisión Nacional de Hidrocarburos.

Fabio Barbosa nos habló de los problemas y las realidades que se enfrentan en los trabajos de exploración y explotación de aguas someras, y que estas experiencias son más complejas cuando se habla de aguas profundas. Destacó que si bien Pemex ha trabajado mucho en aguas someras, los trabajos en aguas profundas son más complejos y arriesgados, por más experiencia que demuestre la paraestatal.

David Shields nos comentó acerca de las implicaciones y riesgos que representa hacer exploración en aguas profundas y analizar si existen otros proyectos que tengan mayor viabilidad y menor impacto ambiental. Llamó a la reflexión a las organizaciones de la sociedad civil para que “enfoquen las baterías” hacia la necesidad de impulsar la transición energética, las alternativas para tener otras fuentes energéticas que no dependan del petróleo. Señaló que el tema de las aguas profundas es una moda que es casi seguro que morirá por si misma, ya que carece de infraestructura, tecnología y presupuestos en nuestro país, además de que no está regulada y no se han medido los verdaderos impactos económicos que dejará en caso de fracasar.

Finalmente, en este foro quedó al descubierto que si bien el tema de las aguas profundas es atractivo por los recursos petroleros que podrían obtenerse, la realidad es que es un proyecto inseguro, con pocas posibilidades de éxito, carente de tecnología propia y que en caso de llevarse a cabo, daría logros en un largo plazo, en comparación con otras opciones energéticas que ofrecen resultados en plazos más cortos.

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