Sudáfrica no necesita más carbón

Noticia - 8 noviembre, 2011
Johannesburgo, Sudáfrica.- Mientras que Sudáfrica se prepara para albergar las negociaciones climáticas de Naciones Unidas a final de mes, activistas de Greenpeace África llevaron a cabo una acción dentro de los terrenos de construcción de la planta de carbón Kusile, en la provincia de Mpumalanga, para demandar a la empresa eléctrica estatal ESKOM que abandone la construcción de la misma e invierta en la creación de trabajos y fuentes de energía verdes.

En la acción, seis activistas montaron una manta gigante con el mensaje “Kusile: asesino del clima”, mientras que otros siete activistas se encadenaron a las puertas de entrada del sitio, cargando carteles con las leyendas “trabajos verdes, ya!” y “para el carbón, no hay futuro”. De construirse, la planta eléctrica se convertirá en la cuarta planta más contaminante del mundo en cuanto a emisiones de gases invernadero.

© Benedicte Kurzen / Greenpeace

 

Durante la acción, nueve de los activistas fueron arrestados y posteriormente liberados bajo fianza. Entre los cargos imputados a los activistas se incluyeron: daños a la propiedad y allanamiento de morada. Se les aplicó una multa individual de 50 euros (cerca de mil pesos) y serán citados ante la corte el próximo 21 de noviembre.

Las promesas hechas por el gobierno sudafricano para afrontar los problemas del cambio climático carecerán de credibilidad mientras se continúen construyendo estaciones eléctricas de carbón como la de Kusile. Cifras recientes demuestran que con la construcción de nuevas plantas de carbón, las emisiones de gases invernadero se están saliendo de control, lo cual condena a millones de personas a sufrir las devastadoras consecuencias del cambio climático.

Un reporte publicado recientemente por Greenpeace, titulado El costo real del carbón en Sudáfrica: costos de la adicción al carbón, asegura que además de propagar caos climático, los costos externos y ocultos de Kumile podrían alcanzar la cifra de 8 mil millones de dólares anuales, cantidad que los sudafricanos no podrán pagar. Además, la tecnología del carbón ha demostrado ser un fracaso ya que, a la fecha, 10 millones de sudafricanos continúan sin tener acceso a electricidad.

Greenpeace hace un llamado a Sudáfrica para que tome acción y se convierta en un líder de cambio climático, al invertir en energías renovables a gran escala y dejar de poner en peligro el futuro de su gente. Existen formas más eficientes y verdes para suministrar energía en África, por ello, debemos dejar al carbón en el pasado y apostarle a nuevas tecnologías.

A finales de este mes, cuando los países el mundo lleguen a la cumbre de Durban, donde se buscarán soluciones reales para el cambio climático, Sudáfrica tiene una gran oportunidad para destacar a favor del planeta y no debe dejar que empresas estatales como ESKOM arruinen asa ocasión.

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