Negro Aniversario

Noticia - 20 abril, 2012
A dos años del derrame petrolero en el Golfo de México, los científicos confirman mayores daños en ecosistemas de fondos marinos; y mientras el pozo Macondo aún muestra los impactos de la catástrofe, los gobiernos de México y España insisten en apoyar las perforaciones en aguas profundas en sus respectivas regiones

 

viernes, 20 de abril de 2012 A dos años del derrame petrolero en el Golfo de México, los científicos confirman mayores daños en ecosistemas de fondos marinos

Oil from Oil Rig Disaster © Daniel Beltrá / Greenpeace

 

Las aguas del Golfo de México aún muestran los estragos del vertido de millones de litros de crudo, a raíz de la explosión de la plataforma petrolera Deepwater Horizon, el 20 de abril de 2010, que provocó daños en ecosistemas de los fondos marinos, mucho más de lo imaginado inicialmente por los científicos, de acuerdo con un estudio publicado en el marco del segundo aniversario de este desastre, el más devastador para la región, informó Greenpeace.

Recientes estudios señalan que los impactos en las comunidades coralinas alcanzadas por los hidrocarburos han sido demoledores: “los corales presentan también signos de estrés de forma muy generalizada, incluyendo varios grados de pérdida de tejidos, alargamiento de los escleritos, exceso de producción mucosa, ofiuros (estrellas de mar) blanquecinos adheridos y una cobertura de un material marrón floculante”, señala la investigación de Helen White, del Instituto Tecnológico de Massachusetts y la Institución Oceanográfica Woods Hole.

Dichas investigaciones demuestran a su vez, que los vertidos de crudo generan inclusive más daños cuando se generan en aguas profundas que en la superficie marítima. Cada derrame de petróleo en alta mar trastorna el ecosistema, provocando perturbaciones ecológicas, algunas temporales, otras irremediables.

Respecto al impacto sufrido por la fauna de la región, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica del Departamento de Comercio de los  Estados Unidos, (NOAA por sus siglas en inglés), reportó:

- 8,567 aves vivas y muertas que fueron recuperadas; de las cuales 1,423 fueron rehabilitadas y puestas en libertad.

- 613 tortugas marinas muertas. Se rescataron vivas 536; de ellas, 456 estaban visiblemente manchadas de crudo. El ochenta y ocho por ciento de éstos reptiles fueron liberados posteriormente.

 - 153 mamíferos marinos muertos.

Además, a principios de 2011, la NOAA declaró un evento de mortalidad inusual para los cetáceos en el norte del Golfo de México: 356 varamientos (en comparación con un promedio histórico de 74). Muchos de estos animales tenían trazas visibles de crudo en sus cuerpos.

Este es un claro ejemplo de los impactos que deja la perforación en aguas profundas y de los peligros que representa para el medio ambiente. Petróleos Mexicanos tiene un amplio historial de derrames petroleros en las costas de Tamaulipas, Veracruz, Tabasco y Campeche. Ahora, con los planes de exploración de aguas profundas en las costas del Golfo de México, se incrementa la incertidumbre por los daños que puede provocar esta industria del lado mexicano.

Greenpeace denuncia que, a dos años del ecocidio más grave ocasionado por un derrame petrolero, parece que los gobiernos no han aprendido la lección: EEUU y México llegaron a un acuerdo transfronterizo para incrementar la explotación de los recursos fósiles del Golfo de México, en un área catalogada como zona de alto riesgo por los niveles de profundidad que suponen más de tres mil metros.

Del mismo modo, en los últimos dos años, España ha incrementado drásticamente su apuesta por la busca y extracción de hidrocarburos en su costa: frente al Parque Natural de Delta del Ebro, entre Valencia y las islas Baleares, en el Mar de Alborán así como en Canarias. España ha apostado fuertemente por un incremento de la búsqueda de hidrocarburos en su costa y a penalizar las renovables con una moratoria en las inversiones. Esto, a pesar de que las aguas mexicanas no hayan sido inmunes a los efectos del vertido de BP en el Golfo.

Greenpeace exige al gobierno español y al mexicano, un alto a las perforaciones de alto riesgo, tanto en el Mediterráneo, como en el Golfo de México porque se trata de proyectos peligrosos e innecesarios. Las energías renovables obtenidas de fuentes hídricas, eólicas o solares son más convenientes desde todos los puntos de vista: técnico, económico, ambiental y de ocupación del territorio. Cuanto más rápida sea la transición, mayor será el beneficio ambiental y económico. 

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