Documenta Greenpeace derrame en Coatzacoalcos

Noticia - 8 enero, 2012
Cosoleacaque, Veracruz.- Hoy se cumplió una semana del derrame de petróleo registrado en el predio “El Polvorín”, en el municipio de Cosoleacaque, en la margen izquierda del río Coatzacoalcos. Hasta ahí llegó un equipo de Greenpeace México encabezado por Beatriz Olivera, coordinadora de la campaña de energía y cambio climático.

En un recorrido realizado desde la desembocadura del río Coatzacoalcos y hasta la zona de origen del derrame, río arriba y a lo largo de 12 kilómetros, se encontraron cada vez más manchas de crudo en el agua, lirio, pelícanos y peces empetrolados. Evidencias todas de que Petróleos Mexicanos (Pemex), y la empresa que contrató para sanear el vertido, están rebasadas. Estos hechos nos indican que la paraestatal no podría contener un derrame de mayor magnitud o en aguas profundas.

Derrame en Coatzacoalcos, Veracruz. Enero, 2012. Greenpeace / Prometeo Lucero

 

Las manchas de petróleo ya son notorias en la playa de Villa Allende, en  la desembocadura del puerto de Coatzacoalcos, donde los niños y adultos salen del agua con la ropa manchada de petróleo y los ojos irritados. Esto nos muestra que los trabajos de remediación no han sido exitosos y están provocando daños a cientos de familias y cooperativas de pescadores. Si Pemex no ha podido contener este derrame en una semana, ¿qué podemos esperar que ocurra en un vertido en aguas profundas como el registrado hace casi dos años en el Golfo de México?

Cabe recordar que a partir de este año, Pemex buscará incursionar en la explotación petrolera en aguas profundas en el Golfo de México. Estas exploraciones operarán a profundidades que van desde los 450 m hasta 2,500 metros, aventurándose a conseguir petróleo de difícil acceso, extracción y alto riesgo, sin contar hasta ahora con planes de contingencia que hayan demostrado su éxito al momento de registrarse un derrame similar al ocasionado por la empresa British Petroleum en abril de 2010.

Más de mil pescadores de tres municipos han señalado que han perdido sus medios de subsistencia, ya que en los próximos meses no podrán capturar especies de importancia comercial como robalo, mojarra, huachinango y pejelagarto, su única fuente de subsistencia.

Cabe destacar que durante la visita de Greenpeace a El Polvorín, que duró más de tres horas, no se encontró a ninguna autoridad responsable de los trabajos de limpieza ni de Pemex ni de la empresa remediadora.

Al conversar con los pescadores de cooperativas locales de los municipios de Nanchital, Cosoleacaque y Coatzacoalcos, que están laborando en las actividades de limpieza del río, muchos de ellos denunciaron que la empresa remediadora contratada por Pemex les ofreció empleo temporal y un pago promedio de $ 1,200 pesos a la semana; sin embargo a la fecha no han recibido pago alguno por el trabajo realizado.

Los pescadores agregaron que la compañía no les ha dado “ni agua” durante las jornadas de más de 12 horas diarias, en las que retiran el petróleo con cubetas, mangueras de succión y cordones oleofílicos, pero con equipos insuficientes para salvaguardar su seguridad, es decir guantes de látex rotos, pocos cubrebocas y precarias condiciones para el aseo personal posterior a la jornada de trabajo.

Hay que destacar que por tener contacto constante con el crudo derramado, los pescadores pueden tener reacciones alérgicas en la piel, cefaleas, mareos, desmayos, problemas respiratorios debido a la gran concentración de compuestos volátiles orgánicos (principalmente benceno, tolueno y xileno) en el ambiente mientras recogen el hidrocarburo.

Después de conocer la situación desesperada en la que viven estos pescadores, Greenpeace desplegó una manta con el mensaje Pemex: ¡basta de derrames! Un grupo de pescadores inconformes con el trato que han recibido de la empresa remediadora, se sumó a la protesta.

Descarga aquí la hoja informativa: Impactos ambientales del petróleo