Pemex: ¡Basta de derrames!

Noticia - 6 enero, 2012
Nuevamente Veracruz, escenario de derrames petroleros y destrucción ambiental. Pemex registra 1.33 percances por día, lo que coloca a esta paraestatal como la responsable de la mayor cantidad de desastres ambientales en México.

El derrame de petróleo crudo en El Polvorín, municipio de Coatzacoalcos, en Veracruz, pone una vez más en evidencia que la paraestatal Petróleos Mexicanos ha sido ineficiente para atender los desastres ambientales que dejan sus actividades y aumenta la incertidumbre sobre su capacidad para reaccionar ante accidentes en aguas someras o incluso en aguas profundas, señaló Greenpeace.

Derrame en Coatzacoalcos, Veracruz. Enero, 2012. Greenpeace / Prometeo Lucero

 

Debido al derrame del pasado 31 de diciembre de 2011, cerca de mil pescadores han sido afectados, ya que las especies que capturan para su alimentación y comercio están apareciendo muertas a lo largo del río Coatzacoalcos, a donde ya llegó la fuga de hidrocarburos.

“Los desastres petroleros, como el de El Polvorín, dejan graves impactos ambientales que a su vez se transforman en problemas económicos y sociales para las comunidades afectadas que pierden sus fuentes de empleo, en este caso la pesca”, explicó Beatriz Olivera, coordinadora de la campaña de energía y cambio climático de Greenpeace México.

Ana María Rueda, secretaria de medio ambiente del municipio de Coatzacoalcos asegura que el crudo ya llegó a la bocana del río Coatzacoalcos, que en un recorrido con Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y el ayuntamiento, se observó que el crudo ya pasó las barreras de contención, y que también se observaron manchas en el agua y existe el temor de que se contamine el lirio y haya mortandad de peces, impactando la actividad pesquera local.

Los derrames de crudo afectan a las personas, a la salud, al medio ambiente y a la economía. En los últimos meses de 2011, ocurrieron al menos tres derrames graves de petróleo en Veracruz, dos de ellos contaminaron kilómetros del río Cazones y el último de ellos ocurrió el 7 de diciembre y alcanzó la zona urbana de Poza Rica.

Desde 1993, Greenpeace México ha documentado decenas de emergencias ambientales relacionadas con el petróleo. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informa, sin mayores especificaciones, que desde ese año y hasta 2007, en México ocurrieron 7 mil 279 percances (entre derrames, fugas y explosiones de Pemex y otras compañías con actividad química), es decir, 485 al año o 1.33 por día.

Basta recordar que a poco más de un año del accidente ocurrido en San Martín Texmelucan, Puebla, Pemex entregó casi 330 millones de pesos para pagos e indemnizaciones a lesionados, fallecidos y por daños a bienes materiales.

“Pese al gran número de derrames que se han registrado por parte de Pemex, y en los que se ha demostrado la negligencia de la paraestatal, así como la opacidad en los procesos de remediación y atención a los impactos posteriores; el gobierno federal continúa a la zaga de más petróleo, aventurándose a proyectos cada vez más riesgosos como es el de aguas profundas en el Golfo de México. Apostarle a más petróleo significa apostarle a más destrucción ambiental”, finalizó Olivera.