Noticia - 5 julio, 2012
Greenpeace tiene en sus manos el resolutivo final de nulidad de la autorización en materia de impacto ambiental del proyecto Cabo Cortés
Entrega de votos frente a Palacio Nacional
© Greenpeace / Ivan Castaneira
El megacomplejo turístico depredador de Cabo Cortés está "muerto y enterrado". Greenpeace tiene en sus manos el resolutivo final de nulidad de la autorización en materia de impacto ambiental del proyecto Cabo Cortés, documento con el que queda legal y debidamente cancelado este desarrollo que pretendía construirse en las inmediaciones de Cabo Pulmo.
“Era indispensable tener pruebas legales, por escrito, del anuncio hecho por Felipe Calderón. Por eso nosotros recalcamos que papelito habla y el pasado 27 de junio exigimos a la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) de la Secretaria de Medio Ambiente de Recursos Naturales (Semarnat) el resolutivo final de cancelación", dijo Alejandro Olivera, coordinador de la campaña de océanos y costas de Greenpeace.
Mediante el oficio S.G.P.A./DGIRA/DG/4832 fechado el 25 de junio y que puedes encontrar completo aqui: http://ow.ly/c0Zqi el titular de la DGIRA, Alfonso Flores Ramírez, informó a la empresa promovente de Cabo Cortés, Hansa Baja Investments que resolvió "Negar a la empresa denominada HANSA BAJA INVESTMENTS, S. DE R. L. DE C.V., la autorización en materia de evaluación de impacto ambiental para la ejecución ambiental del proyecto “CABO CORTES”, esto ante "…la ausencia de elementos que permitan cumplir con su propósito de proteger el ambiente y preservar y restaurar los ecosistemas, a fin de evitar o reducir al mínimo sus efectos negativos sobre el ambiente"
"Que quede claro: esta cancelación no es un regalo, una concesión ni un favor de Calderón. La Semarnat ya no pudo sostener más este proyecto ilegal e inviable ambientalmente, frente a la presión política y social que ejercieron los más de 221 mil votos recolectados por Greenpeace, de igual número de ciudadanos”, abundó el también coordinador de la campaña "Salvemos Cabo Pulmo".
Greenpeace seguirá adelante con los procesos administrativos pendientes contra los funcionarios que aprobaron y sostuvieron este proyecto de turismo depredador: Alfonso Flores Ramírez, Enrique González y Mauricio Limón Aguirre.
"Exigimos rendición de cuentas, justicia y sentar un claro precedente para que nuevos proyectos de estas características depredadoras no se vuelvan a otorgar en México”, finalizó Olivera.