© Greenpeace / Ivan Castaneira
Un cardumen de ídolos moros llevó hasta las puertas de Palacio Nacional más de 220 mil votos de ciudadanos que eligieron defender el parque marino de Cabo Pulmo, en Baja California Sur, y que exigen al titular del Poder Ejecutivo, Felipe Calderón Hinojosa que cancele el proyecto turístico depredador Cabo Cortés.
En la víspera del Día mundial del medio ambiente, el contingente, integrado por más de 300 personas de las organizaciones Amigos para la Conservación de Cabo Pulmo y de Greenpeace, caminó por el circuito del zócalo capitalino con imágenes de Ídolos moros y cuatro grandes burbujas de dos metros de diámetro que contenían parte de los votos recolectados.
La campaña Salvemos Cabo Pulmo, lanzada el pasado 15 de marzo pasado, invitó a la población a sumarse a la defensa del parque marino y abarcó diez ciudades del país. Por medio del sitio oficial salvemoscabopulmo.org fueron recibidas adhesiones de todo México e incluso del extranjero. La cifra final de votos para la noche del 4 de junio se incrementó a 221,545 firmas electrónicas.
Con el número de firmas alcanzado por Greenpeace en esta campaña, se podrían llenar más de dos veces el estadio Azteca.
Patricia Arendar, directora ejecutiva de Greenpeace México destacó que la entrega de los votos ciudadanos en Palacio Nacional es para recordarle al Presidente Calderón que tiene la obligación, hasta el último día de su mandato, de atender la demanda de miles de mexicanos que exigen que el gobierno proteja sus recursos naturales y cancele el proyecto ilegal Cabo Cortés. "La participación activa de la ciudadanía en esta votación es un gran triunfo de la sociedad que con su voto ha salido a defender de su patrimonio natural. Los ciudadanos ya hicimos nuestro trabajo ahora el Presidente Calderón tiene que hacer el suyo y cancelar este proyecto ilegal. Definitivamente este es un problema ambiental que no se puede heredar a la futura administración. Dos candidatos presidenciales, Josefina Vázquez Mota y Gabriel Quadri ya se manifestaron en contra de este proyecto ¿A qué intereses defiende Calderón al no cancelar Cabo Cortés?”, agregó Arendar.
Mario Castro, representante de la organización Amigos para la Conservación de Cabo Pulmo cuestionó: ¿En qué cabeza cabe permitir un proyecto de esa magnitud en medio del desierto de Baja California Sur, en una región carente de agua potable? El gobierno no sabe qué va a destruir, a quién le cambará la vida, qué daño va a causar con la autorización ilegal del megacomplejo.
A lo largo de su administración, Felipe Calderón ha ignorado a los habitantes de la zona de Cabo Pulmo científicos, académicos y ambientalistas que han dado argumentos para demostrar el riesgo inminente al parque marino.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales lleva un año y medio negándose a cancelar el proyecto, a pesar de que instituciones como la Conabio y la CONANP han señalado que es un error haberlo aprobado.
Las organizaciones y la comunidad de Cabo Pulmo ya han recurrido a los tribunales, ante la Secretaría de la Función Pública y ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Tarde o temprano el proyecto Cabo Cortés se tiene que cancelar.
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