Noticia - 11 enero, 2013
Las violaciones de la petrolera Shell a las normas de calidad del aire de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA -por sus siglas en inglés-) son una prueba más para que el gobierno norteamericano cancele los planes de explotación del crudo en las aguas del frágil ecosistema del Ártico, exigió Greenpeace.
Luego de que la prensa norteamericana hizo público que dos buques de perforación de Shell violaron en repetidas ocasiones las medidas de seguridad para evitar la contaminación del aire, Greenpeace señaló:
"Shell estaba tan preocupado por el estado de sus viejos equipos de perforación en el Ártico que presionó a los EE.UU. para flexibilizar los parámetros permitidos de contaminación, pero increíblemente ahora nos encontramos con que ni siquiera podían cumplir con esos mínimos. Desde el primer día, esta empresa ha demostrado que no cuenta con la capacidad para operar en el Ártico. Ha llegado el momento para que el gobierno de Estados Unidos cancele la extracción de petróleo en las aguas de la zona polar; es preciso que esto ocurra antes de que seamos testigos de una catástrofe al estilo del Deepwater Horizon, pero en medio de los témpanos de hielo de Alaska”, explicó Ben Ayliffe, de la campaña para el Ártico de Greenpeace Internacional.
"Las acciones de Shell han dado a las autoridades de Estados Unidos todas las pruebas para cancelar el proyecto de perforación petrolera en el Ártico", concluyó Ayliffe.
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