Noticia - 11 marzo, 2015
La población de la vaquita marina, especie endémica en peligro de extinción, disminuye un 18.5 por ciento cada año desde 2012, a un ritmo de hasta dos ejemplares por mes por lo que es urgente aplicar cuanto antes las medidas de protección anunciadas por el gobierno federal el pasado 27 de febrero.
En 2012 quedaban 200 vaquitas y en julio de 2014, mes en el que los expertos del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (Cirva) publicaron su último reporte, sólo calcularon 97 ejemplares. El promedio de disminución de vaquitas es crítico, para Greenpeace las medidas de protección tienen que ser publicadas ya en el Diario Oficial de la Federación y hacerse efectivas cuanto antes
El viernes 27 de febrero la Semarnat dio a conocer una serie de medidas para tratar de evitar la extinción de la vaquita, acciones entras las que se encuentran la prohibición del uso de redes agalleras durante 2 años en la zona del hábitat de la vaquita, una ampliación de dicho polígono de protección (a 13 mil km cuadrados), compensaciones económicas para los pescadores, así como un plan de vigilancia de la zona mediante el uso de drones, lanchas rápidas y patrullas comunitarias de vigilancia.
No obstante, el citado proyecto, que debió entrar en vigor el 1 de marzo, fue retrasado un mes más. Según las autoridades federales, el marco legal sería publicado en el DOF durante la primera semana de marzo para entrar en vigor el 1 de abril, cosa que aún no ha sucedido.
De acuerdo con el Cirva, las principales causas la desaparición de la vaquita son la muerte incidental en redes agalleras y la pesca ilegal de totoaba, esta última especie también considerada en peligro de extinción y cuya demanda en China ha generado un importante declive en la población de la vaquita.
Las cifras son alarmantes. Si consideramos que la vaquita disminuye anualmente a un ritmo de 18.5 por ciento, esto quiere decir que cada mes estamos perdiendo estadísticamente 1.49 ejemplares de estos indefensos mamíferos marinos. El retraso en la aplicación del programa de recuperación puede suponer la desaparición de hasta 2 vaquitas más durante marzo, por eso desde Greenpeace hacemos un llamado al gobierno federal a no retrasar más los planes de conservación.
