¿Lás últimas vaquitas marinas del mundo?

Noticia - 16 mayo, 2016
La semana pasada se llevó a cabo la séptima reunión el Comité Internacional para la Vaquita Marina (CIRVA) cuyo principal objetivo fue discutir la cantidad vaquitas marinas (Phocoena sinus) que aún quedan en el Alto Golfo de California y no son más de 60.

En diciembre pasado a bordo del Ocean Starr científicos del National Oceanic and Atmospheric administration (NOAA, por sus siglas en inglés) y del CIRVA se dieron a la tarea de hacer un recuento de este cetáceo en su hábitat, en el mar de Cortés. Utilizando binoculares muy potentes llamados Bigeyes los científicos realizaron recorridos para contabilizar la cantidad de individuos que pudieran ser localizados a lo largo de trazos lineales. La vaquita marina es endémica de México y se encuentra gravemente amenazada al igual que la Totoaba (Totoaba mcdonaldi) la que es extraída indiscriminadamente utilizando redes agalleras prohibidas afectando a ambas especies que se encuentran en peligro de extinción.

Después de recorrer un millón 300 mil hectáreas donde se distribuye la vaquita marina en el Alto Golfo, el comité científico ha considerado que solamente quedan 60 vaquitas marinas por lo que desde el último reporte en diciembre de 2014 se ha perdido el 40% de su población.

En julio del año pasado informamos que quedaban alrededor de 57 vaquitas marinas. Ahora este anuncio del CIRVA demuestra que las medidas tomadas por el gobierno mexicano para la protección del pequeño mamífero marino no son del todo eficientes, de seguir esta tendencia para 2018 ya no habrá más vaquitas que contabilizar por lo que reiteramos nuestro llamado a las autoridades para que implementen las siguientes medidas:

  • La prohibición de redes de enmalle debe ser permanente (y no sólo por dos años) en toda el área de distribución de la vaquita y el programa actual de compensación debe ser reformulado para retribuir a los pescadores que se hayan cambiado al arte de pesca alternativa, en lugar de compensarlos por no pescar.

  • El Gobierno de México debe aumentar los recursos y comprometer plenamente a Semarnat, Conapesca, Inapesca y la Semar en el diseño de un programa integral, transparente y objetivo de investigación y desarrollo de artes de pesca para escama, que sustituyan las redes de enmalle, incluyendo el establecimiento, en colaboración con la Comisión Presidencial y el CIRVA, de un panel de revisión para evaluar la implementación de este programa.

  • Es necesario que la vigilancia y medidas para combatir la pesca de enmalle en la zona de exclusión sean realmente efectivas. Solicitamos que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) asigne más personal y recursos para aumentar dicha vigilancia durante todo el año, con especial enfoque en las épocas de reproducción de totoaba y curvina.

  • Garantizar el cumplimiento de la NOM-002-SAG/PESC-2013, junto con un programa de observadores, dispositivos de monitoreo satelital y vigilancia con cámara abordo en embarcaciones menores, inspecciones en los sitios donde se boten las pangas y con los protocolos experimentales en el caso de las pruebas con artes de pesca alternativas para escama.

La protección de la vaquita depende directamente de la voluntad política para asegurar que más vaquitas dejen de morir atrapadas en las redes agalleras prohibidas. Hoy los números son críticos y a este paso su extinción parece inminente.