Calderón: ¡no más petróleo!

Invertir en energías limpias, garantiza un futuro sin desastres ecológicos

Boletín de prensa - 17 junio, 2010
Simulando un derrame de hidrocarburo en la Fuente de Petróleos y con el mensaje: Calderón, invierte en nuestro futuro ¡No más petróleo! Greenpeace exigió al jefe del ejecutivo que revierta la actual política energética que pone énfasis en aumentar la producción de petróleo y carbón para 2024 lo cual acelera el cambio climático y nos pone en riesgo de sufrir nuevos desastres ecológicos como el del actual derrame en el Golfo de México.

El mensaje de la organización ambientalista, escrito en español e inglés, se envía en el marco de la reunión del Grupo de los 20 (G-20), que tendrá lugar en Canadá a finales de este mes, como un recordatorio de que en el 2009 los países miembros prometieron reducir los subsidios a los combustibles fósiles, principalmente en lo que atañe a la extracción y producción.

México, como integrante del G-20 debe ser congruente con lo anterior y revisar su actual política energética y eléctrica que, tal como está, socava los esfuerzos del ejecutivo federal por posicionar a México como líder en el combate al cambio climático.

“Para resolver la contradicción que hoy existe entre el discurso internacional de México en materia de cambio climático y la política energética del país, a cargo de la Secretaría de Energía (Sener) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que sólo auguran una mayor contribución del país al calentamiento global, el jefe del ejecutivo, Felipe Calderón debe rectificar la Estrategia Nacional de Energía y dirigirla hacia el aprovechamiento de las fuentes de energía renovable y sustentable”, explicó Gustavo Ampugnani, coordinador de la campaña de clima y energía de Greenpeace.

De acuerdo con los documentos de planeación de la Sener y de la CFE, desde ahora y hasta 2024, México seguirá bajo el esquema de “echar más leña al fuego”. Esto es, que en los próximos 14 años los esfuerzos nacionales estarán concentrados en aumentar la producción de crudo a 3.3 millones de barriles diarios (1) e incrementar la participación del carbón en la generación eléctrica en un 50 por ciento (2).

Por el contrario, la participación de las energías renovables como la solar, geotérmica, hidráulica en pequeña o micro escala, y eólica se redujo en las metas del sector eléctrico nacional del nueve por ciento planeado en 2007 al 7.6 por ciento proyectado en 2009 (3). Además, quedó totalmente subestimado el potencial de uso eficiente y conservación de energía; a 2020 podría reducirse el consumo final cerca del 10 por ciento e incrementarse la participación de energías renovables al 30 por ciento (4).

Lo anterior no sólo pone en entredicho las aspiraciones presidenciales de hacer de México un país líder en enfrentar al cambio climático sino que canaliza la inversión hacia las fuentes más contaminantes y sucias de energía.

Tan sólo durante 2008, los subsidios a electricidad, gas LP, gasolina y diesel alcanzaron un máximo histórico de 392 mil millones de pesos (5). De continuar canalizando subsidios a combustibles fósiles, como el gas LP, se afectará la rentabilidad de sistemas mucho más eficientes como los calentadores solares y alternativas que usen fuentes de energía renovable, cuyo único incentivo otorgado hasta ahora es el fondo para la transición energética que cuenta con 3,000 millones de pesos anuales establecidos en la Ley para el Fomento de Energías Renovables y Financiamiento para la Transición Energética.

“Como una de las veinte economías más fuertes del mundo, México tiene una responsabilidad creciente en el problema del cambio climático. Por eso Calderón Hinojosa tiene que evitar que nuestro futuro inmediato quede atado a los combustibles fósiles. El 2010 debe ser el año para iniciar la [R]evolución energética, e invertir en las fuentes de energía renovables a fin de alcanzar al menos un nueve por ciento de su participación en la generación eléctrica para 2012, así como encaminar a México a realizar un uso más eficiente de la energía que nos permita reducir para mediados de este siglo hasta 41 por ciento lo que hoy se consume”, detalló Ampugnani.

De seguir con el actual modelo energético basado en el uso de combustibles fósiles, las emisiones totales del país podrían crecer 50 por ciento en 2030 y 70 por ciento en 2050 (6), lo que contradice los anuncios realizados por el presidente en distintos foros internacionales de reducir hasta en 30 por ciento, sobre el escenario inercial, la emisión de gases de efecto invernadero hacia el año 2020; y de un 50 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero en el 2050 (7), en relación con las emitidas en el año 2000.

“La dependencia de la economía de México hacia el petróleo, y en especial de las exportaciones de este producto a los Estados Unidos que es el mayor emisor per capita de CO2, debe llevar a una reflexión profunda también sobre nuestra participación indirecta en las emisiones de ese país”, finalizó Ampugnani.

Mayor información con Raúl Estrada, en los teléfonos 56 87 95 95 ext.120 y 044 55 4084 5326; en el correo y en la página www.greenpeace.org.mx

Notas:

1. Lo que equivale a un 27 por ciento más de lo que Petróleos Mexicanos logró en diciembre de 2009.
2. Prospectiva del Sector Eléctrico 2009-2024.
3. Metas establecidas en el Programa Sectorial de Energía 2007-2012 (publicado en 2007) y en el Programa Especial para el Aprovechamiento de Energías Renovables (publicado en 2009).
4. Greenpeace y ENEC, [R]evolución Energética, 2008.
5. Estrategia Nacional de Energía 2010 -2024.
6. Programa Especial de Cambio Climático 2009-2012, p.16
7. Ibidem, p. VIII. 

Categorías