Guadalajara, Jalisco.- Con más de 200 sombreros de revolucionarios y una manta de 36 metros cuadrados, activistas de Greenpeace y ciudadanos de esta capital formaron el mensaje “[R]evolución forestal” (1) para urgir al gobierno federal y a los legisladores en el Congreso sobre la necesidad de reorientar el presupuesto para los bosques y establecer políticas públicas que atiendan de manera efectiva la grave deforestación que aqueja al país y que incrementa el cambio climático.
Guadalajara es la sede de la Comisión Nacional Forestal y Jalisco es el segundo estado con mayor deforestación en México, superado sólo por Chiapas (2), de acuerdo con datos oficiales; por ello, Greenpeace lanza este llamado para que esta dependencia gobernamental, otras instituciones, legisladores y ciudadanía contribuyan a la construcción de una nueva política forestal que ayude a detener la acelerada pérdida de bosques en nuestro país (3).
“Para conseguir el objetivo de detener la deforestación en México en el año 2020 y hacer frente ante los impactos del cambio climático, es necesario hacer cambios profundos en las políticas públicas que intervienen en la pérdida de los bosques, porque como están planteadas hasta ahora, no valoran a los ecosistemas forestales y como consecuencia permiten que sean destruidos, señaló Héctor Magallón, coordinador de la campaña de bosques de Greenpeace.
[R]evolución forestal es la propuesta de Greenpeace en la que se argumenta la necesidad de hacer un cambio de fondo en la forma en la que se plantean las políticas públicas que intervienen en el uso y transformación de los ecosistemas forestales. En el documento se señala que “el núcleo de los principales instrumentos de la política forestal lo conforman los programas que conduce Conafor, agrupados en el Proárbol, aunque también tienen un papel determinante algunos programas ubicados en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Comisión Nacional del Agua (CNA), la Comisión Nacional para el Conocimiento y uso de la Biodiversidad (Conabio), la Secretaria de Agricultura Pesca y Alimentación (Sagarpa), la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) e, inclusive, en la secretaría de Economía (SE), la de Turismo (Sectur) y algunos gobiernos estatales”. Son todas estas políticas públicas, con objetivos distintos, las que se imponen frente a la necesidad de preservar los ecosistemas forestales y darles un manejo integral por los invaluables beneficios ambientales que brindan a la población.
La propuesta [R]evolución forestal tiene como objetivo que establecer una nueva política forestal en la que las acciones y el presupuesto estén dirigidos a detener la deforestación, por medio del impulso y fortalecimiento de programas como el Buen Manejo Forestal Comunitario y el programa de Silvicultura Sostenible.
“En el discurso, el gobierno mexicano asegura que estamos resolviendo el problema de la deforestación, pero en la realidad, los informes del gobierno mexicano a la FAO están diseñados con criterios que no son útiles para nuestro país. Bajo estos esquemas, y con programas como el de reforestación y plantaciones comerciales, pareciera que ya estamos recuperando nuestros bosques, sin embargo, estamos dejando de lado que la única forma de hacer frente al cambio climático es no destruyendo los ecosistemas forestales que aún tenemos”, agregó Magallón.
La falta de información confiable sobre el estado de los bosques del país contribuye a mantener la polémica sobre la importancia de la extensión de la franja agrícola y ganadera, el aumento de los desarrollos inmobiliarios, carreteros o turísticos, como ‘mejores’ opciones para obtener ingresos y mejorar la economía, cuando son estas actividades las que en un futuro cercano pondrán en crisis a las regiones ya deforestadas, a las poblaciones que viven en los bosques y a las poblaciones cercanas que eran beneficiadas por los servicios ambientales de estos ecosistemas.
“Hoy, los ciudadanos debemos iniciar la [R]evolución forestal y demandar un cambio profundo para que los bosques sean valorados, preservemos los ecosistemas forestales que existen en el país y que los aprovechemos de manera responsable, concluyó Magallón.
Greenpeace invita a todas las personas a que se sumen al movimiento #NoMasDeforestacion a traves del sitio www.nomasdeforestacion.org y que, a través de Twitter, le escriban a los diputados para exigir que valoren los bosques y le asignen más presupuesto para el Buen Manejo Forestal por parte de comunidades y ejidos.
Notas:
1. [R]evolución forestal. Hacia una nueva política forestal para detener el cambio climático, se puede consultar en el siguiente link: http://www.greenpeace.org/mexico/es/Footer/Descargas/reports/Bosques/Revolucion-Forestal/
2. Jalisco pierde cada año 31 mil 645 hectáreas de bosques debido a la expansión de la frontera ganadera, construcción de caminos, presas y carreteras, así como desarrollos turísiticos y mineros. Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2010 México Informe Nacional. FAO 2010. http://www.fao.org/forestry/20387-0de8a552bcd60dbd25944c77f5f096ced.pdf
3. México pierde cada año casi medio millón de hectáreas. Fuente: Francisco Takaki Takaki: Información Básica para la Construcción de la Tasa de Deforestación. México, INEGI, Dirección General de Geografía, presentación no publicada, 2009. Disponible en: http://cerodeforestacion.blogspot.com/2010/03/deforestacion-en-mexico-dimensiones.html, y; Sánchez Colón, S., A. Flores Martínez, I.A. Cruz-Leyva y A. Velázquez. 2009. Estado y transformación de los ecosistemas terrestres por causas humanas, en Capital natural de México, vol. II: Estado de conservación y tendencias de cambio. Conabio, México, pp. 75-129.
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