Boletín de prensa - 13 septiembre, 2017
Un grupo de organizaciones condenaron la actuación del Senado de la República que este martes negó la participación de un integrante de Greenpeace en un foro público, al ser expulsado del auditorio Octavio Paz del recinto Legislativo, por ser considerado “una amenaza para la seguridad”.
“Es indignante que la represión a las voces críticas del Estado esté presente aún en los momentos difíciles que atraviesa el país y en instituciones como el Senado de la República donde se encuentran los representantes de la ciudadanía, elegidos democráticamente”, señalaron las organizaciones firmantes.
El Centro para la Diversidad Biológica, Conservación de Mamíferos Marinos de México (Comarino), Defenders of Wildlife, Teyeliz XXXXXXX consideraron que “están diciéndole a la ciudadanía que los espacios “democráticos” están cerrados para quienes opinen distinto a las instituciones o quienes se atrevan siquiera a cuestionarlas”.
Las organizaciones firmantes manifestaron su apoyo y solidaridad a Greenpeace México con quien han trabajado en diferentes momentos y temas para proteger los recursos naturales del país desde distintos frentes, como analizar y cuestionar la propuesta de Ley de Biodiversidad, impulsada por el Partido Verde Ecologista de México, la cual consideraron un intento por privatizar la diversidad biológica del país y su riqueza genética, consiguiendo que la iniciativa de Ley fuera detenida en el Senado en mayo pasado.
Actualmente, este grupo de asociaciones continúa trabajando de la mano para promover la pesca sustentable en México, que dé alternativas a las comunidades para que puedan seguir viviendo de esta actividad a la par que mantenemos la biodiversidad de nuestros océanos.
Por ello, mantenemos una campaña para exigir #JusticiaVaquita, ya que la negligencia gubernamental ha obstaculizado la protección de la vaquita marina, especie de la que hoy quedan menos de 30 ejemplares.
La participación de la sociedad civil en foros, mesas de trabajo, conferencias, debates, más que una amenaza debe ser visto como una oportunidad para construir políticas públicas integrales que tanta falta le hacen al país para evitar, por ejemplo, que casos como el de la vaquita vuelvan a repetirse.